Éxito de participación y público en la Becerrada para las peñas seguntinas

15/08/2017 - 11:22 Redacción

Han sido cuatro peñas, El Revolcón, Siroko, El Desastre y Los Verdugos las que se han atrevido a saltar al ruedo y ponerse delante de cuatro becerros en una suelta de reses divertida.

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Las peñas de Sigüenza se divirtieron de lo lindo ayer, en la Plaza de las Cruces, dejando clara la afición taurina de la ciudad. Después de un año de ausencia, ayer volvía la Becerrada de  peñas, en la que cuatro valientes por cuadrilla, pertenecientes a otras tantas peñas de la ciudad, hacían, a partir de las 19 horas de la tarde, el paseíllo en la Plaza de las Cruces. No le faltó detalle a la parafernalia torera, ni tampoco ninguno de los tercios a la lidia, pese a que se trata de una suelta de reses en la que los animales no sufren ningún daño.

 

Después del correspondiente sorteo, actuó en primer lugar la peña El Desastre. Aclamada por el numeroso público que prácticamente llenaba Las Cruces, sobre todo cuando se fue el sol, la cuadrilla de cuatro toreros se desenvolvió con presteza y elegancia delante del primer becerro, aunque hubiera algún revolcón. Entrados en faena, se vieron maneras en los dos toreros que se atrevieron con capote, banderillas y muleta. Naturalmente, dieron la vuelta al ruedo, jaleados por las charangas, que hacían sonar sus músicas multicolores.

 

El segundo becerro de la tarde le correspondió en suerte a la peña Los Verdugos. La cuadrilla se fue entonando poco a poco, y su actuación fue de menos a más, llegándose a ver algún lance de mérito, como un par de “banderillas” al quiebro.

 

El tercero fue para los valientes de la Peña El Siroko. Al igual que sus compañeros de lidia, se fueron metiendo en faena paulatinamente, dejando para el recuerdo alguna tanda de “muletazos”. Su actuación fue largamente ovacionada.

 

Y el cuarto y último le correspondió a la peña El Revolcón, quienes, pese a su nombre, no se llevaron ninguno, sino únicamente los aplausos de un público entregado, al final del festejo. En todos los casos, los valientes fueron premiados por reina y damas con su correspondiente ramo de flores al final de sus actuaciones, después de la “pañolada” del público pidiendo “las orejas”.

 

“Creo que la Becerrada ha demostrado que Sigüenza lo sabe pasar bien en los toros, pero sobre todo, que hay afición y maneras y que se valora el arte taurino”, afirma Oscar Hernando, concejal de Festejos de Sigüenza.