Fiestas para todos

Comienza agosto y aunque hemos tenido algún preludio de interés, como las masivas fiestas en Cabanillas del Campo, será en este mes cuando se concentren los festejos en localidades grandes, medianas y minúsculas de nuestra provincia y país. Y  todo este disfrute es posible gracias al esfuerzo de los responsables municipales y las comisiones de festejos con miembros de las asociaciones de mayores, mujeres, vecinos y las peñas de la localidad. Y donde no hay tanto tejido social de las asociaciones vecinales.

  Tenemos, en nuestro caso dos pueblos, uno con tintes de ciudad, del doncel, mitrada o medieval, con un ayuntamiento que hace un gran trabajo durante todo el año y organiza unas fiestas grandes, con toros en plaza, conciertos (aunque no como antes que eran una gran apuesta), procesión de interés turístico y numerosas peñas dando alegría por las calles, amén de mil actos. Son un reclamo que atrae a gentes de toda la provincia a una Sigüenza que será Patrimonio de la Humanidad por su historia, monumentos, arte, gastronomía,naturaleza…  El otro, pequeño, de apenas un puñado de vecinos en invierno, también en un enclave natural privilegiado, en pleno Alto Tajo, que este fin de semana reunirá a dos o tres centenares de personas en torno a una animada programación organizada por la asociación de Hijos y Simpatizantes de Huertapelayo, con noches de orquesta, charangas, concursos, concierto en la iglesia y actos en honor a santa María Magdalena. La asociación ofrece todo el año numerosas iniciativas para que los pelayos disfruten de su tierra.

  Sigüenza y Huertapelayo son botón de muestra de dos modelos festivos de distinto nivel por presupuesto, población y tamaño, pero que comparten ilusión y mucho amor a sus señas de identidad, a su pasado y presente, orgullosos unos y otros de lo suyo. Habrá diversión y alegría por ambos bellos lugares y en los otros casi cuatrocientos pueblos de Guadalajara. Feliz agosto.