Filomena

30/01/2021 - 17:21 Luis Monje Ciruelo

Quiero dedicar un comentario a lo que ha sido tragedia económica para José María López, ganadero de Almoguera, propietario de la ganadería El Uno.

Ahora que la borrasca Filomena ha pasado dejando un rastro de estragos en toda España, aunque a los alcarreños los que más nos interesan son los de nuestra provincia, quiero dedicar un comentario a lo que ha sido tragedia económica para José María López, ganadero de Almoguera, propietario de la ganadería El Uno, famosa porque sus bueyes son los que participan en los encierros de  San Fermín, en Pamplona, con lo cual ya hemos dicho que no es ganadero de ovejas sino de vacuno cuyo valor por res multiplica el del ganado lanar, o sea que no ha perdido ovejas y moruecos, sino concretamente tres cabestros, dos de ellos los mejores que tenía, 30 toros y otras tantas vacas, también jóvenes, que suelen durar unos veinte años.

José Mª López dice que no  murieron por la nevada que “alcanzó unos 40 ó 50 cms”. Sino por la helada subsiguiente, de hasta 20 grados bajo cero.”. Y uno piensa qué habrá sido de las ganaderías vacunas de Checa, al doble de altitud,en un extenso pinar entre Checa y Alcoroches, ganaderías que se lidian en plazas de primera categoría como los Ortega, Sorando, etc ¿Estarían ya en sus pastos de invierno en las dehesas de Jaén?

José Luis López se lamenta de que los ganaderos están completamente abandonados quizá por ser el penúltimo eslabón de la cadena taurina, pese a ser costosísimo crear y mantener en las mejores en condiciones una ganadería de toros de lidia, tarea en la que hay que competir con poderosas ganaderías  frente a los modestos ganaderos que tienen que abrirse paso con grandes sacrificios.

Los ganaderos confían en que el Gobierno a la par que habilite ayudas para otros sectores más populares, como la Hostelería y los Transportes no se olvide del sector taurino, cuyo mayor contacto con el público son las corridas de toros que no serían posibles si no se atiende la enorme inversión y los miles de familias que viven de la cría del ganado, sin contar  con su influencia en el aspecto turístico, que ya sabemos cuánto cuenta en el P.IB. de España.

Es de esperar que estos recursos contra los daños de “Filomena” se mantengan y consoliden pensando que detrás de ella están en perspectiva otras borrascas, al parecer también de nombre femenino. ¿No será interpretado eso como machismo? Porque entonces, si se movilizan las féminas ya se puede ir preparado el Gobierno para afrontar nuevas borrascas, quizá menos costosas que las climatologías, pero más levantiscas, que pueden influir, incluso, en la permanencia en el Poder de uno u otro partido. Y eso ya serían palabras mayores.