Fin de unas fiestas muy participativas

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: M.TOVAR ATANCE
Marchamalo
Marchamalo concluyó ayer sus fiestas de verano, después de una semana de actos, sin incidentes y con una alta participación tanto en los eventos tradicionales como en los nuevos, como el Grand Prix, en el que los peñistas se implicaron mucho.
El evento más multitudinario fue, sin duda, el concierto que ofrecieron en la noche del sábado Despistaos –con los teloneros Camino Equivocado y Calaña– que se estima congregó a cerca de 8.000 personas. Ayer, el último acto fue el baile popular, aunque en el descanso tuvo lugar el acto oficial de cierre del programa: los toros de fuego por el recorrido del encierro habitual y la traca de fin de fiestas.

A los peñistas de Marchamalo ya les queda un día menos para disfrutar de las fiestas de 2010. Ayer, la localidad se despidió, después de una semana, de la excepcional rutina en la que los sumergió el martes la peña El Expasmo. Ha habido actos para todos los públicos, pero todos ellos se han caracterizado por la ausencia de incidentes destacados y la gran afluencia de público, según informaron ayer fuentes del equipo de Gobierno.
El espectáculo principal, por la gran cantidad de personas que reunió, se estima que cerca de 8.000, fue el concierto del grupo alcarreño Despistaos, en la noche del sábado. Precedidos por otros que buscan hacerse un hueco también en el panorama musical como Camino Equivocado y Calaña, esta cita musical se prolongó desde las 22.00 hasta casi las 02.30 horas de la madrugada. Despistaos no defraudó. Cuando se subieron al escenario, poco después de la medianoche, consiguieron meterse pronto en el bolsillo a los espectadores. La conexión fue total, tanto que aseguraron estar ante “el público más animado”. El escenario, convertido en una vieja habitación, evocaba el nombre de su último disco Lo que hemos vivido. De éste eran la mayoría de las canciones que interpretaron –Ruido, Caricias en tu espalda, Cuando lloras, En la nevera o A la luz de tus piernas–, pero también versionaron la mítica Embrujada de Tino Casal, y casi al final de la actuación, la penúltima, la más coreada y archiconocida, Física o Química. En esta ocasión, la última fue Cada dos minutos, canción especial dedicada a la abuela de uno de los componentes, Isma, que vive en Marchamalo, e hizo que la mujer saliera al escenario, muy orgullosa, a saludar. Y, al final, se hizo una foto con todo el grupo.
Fuentes del Ayuntamiento han destacado, además de esta actuación, la gran acogida que han tenido otros actos nuevos en esta edición como el Grand Prix, celebrado el miércoles. La plaza estaba prácticamente al completo para ver el concurso, pero fue también muy elevado el número de peñistas que se apuntaron para participar. La implicación de los peñistas en el juego siendo conscientes de que lo importante era participar hicieron que el novedoso Grand Prix resultara un éxito, aunque sólo pudo ganar uno de los cuatro equipos.
Los actos taurinos celebrados desde el martes hasta ayer mismo se han desarrollado sin que haya habido que lamentar ningún herido por asta de toro.
Desde el Ayuntamiento hicieron ayer un balance positivo de estos días, “estamos muy contentos”, señalaron, especialmente, por la gran aceptación que han tenido los actos nuevos, fruto del recorte presupuestario que, como en muchos otros municipios, ha tenido que llevar a cabo la Corporación municipal para ajustarse a la actual situación económica. Entre ellos, también, una caldereta para todos los que tenían el abono de las fiestas, el primer día, tras el pregón, con el fin de estrechar los lazos entre los peñistas.
Los niños han podido disfrutar durante estos días con el futbolín humano, la fiesta de la espuma, un encierro ecológico con carretones y otros, desde el jueves, denominado chico, en los que se soltaron pequeñas vaquillas en la plaza de toros para los jóvenes.