Finalizan unas Fiestas de Mayo participativas, pero marcadas por la tristeza
El fallecimiento en un atropello de un joven cabanillero de sólo 19 años conmocionó al municipio durante las celebraciones del Cristo de la Expiración.
Con la segunda procesión del fin de semana, y tal y como manda la tradición, finalizaban este domingo en Cabanillas las Fiestas del Cristo de la Expiración. Han sido unas Fiestas intensas y participativas, pero sin duda marcadas por la tristísima noticia que se produjo en la mañana del sábado, cuando se conoció el fallecimiento por atropello de un joven de 19 años del municipio, Guillermo Grupeli, cuando regresaba de madrugada a Cabanillas, desde la vecina localidad de Marchamalo. Los actos festivos de esa jornada del sábado quedaron suspendidos en cuanto se confirmó la noticia.
Las Fiestas comenzaron el viernes 5 de mayo con una fiesta infantil en el Frontón que fue un rotundo éxito, y que era novedad en el programa. Cientos de niños y niñas se animaron a acudir a una sesión de talleres creativos, temáticos, de experimentación, ciencia, manualidades y medio ambiente, que fueron muy bien acogidos. La jornada del viernes siguió con vocación infantil por la tarde, con la representación de la obra de teatro “El Mago de Oz”, que agotó localidades en la Casa de la Cultura.
Luego, en la carpa, varios grupos, raperos y Dj's locales animaron una tarde-noche muy interesante, en la que se pudieron seguir las evoluciones de los músicos de Cabanillas del Campo, quienes dieron un gran espectáculo. Actuaron formaciones como Espejismo, Fuentes, 666FAM (formada por varios raperos) o los jovencísimos rockeros de “Némesis”, que cerraron la actuación antes de que a medianoche comenzara una animadísima discoteca móvil. La carpa, este año el doble de grande que el anterior, fue fundamental en esa velada, se llenó hasta los topes, y además cumplió su cometido a la perfección, porque llovió con insistencia hasta la madrugada. Tras la disco móvil animaron la velada hasta la mañana siguiente otros Dj's cabanilleros, del colectivo “Mystic”.
La jornada del sábado comenzó con las actividades más tradicionales del programa: Los hinchables para niños y niñas en el Frontón, el siempre animado Pasacalles de la Banda, la Misa Mayor (cantada por la Coral de Azuqueca, y oficiada en este día por el popular sacerdote Vicente Mundina), y el reparto posterior de los tradicionales “Dulces del Cristo” y la limonada, que habían elaborado las voluntarias de la Asociación de Mujeres. Fue en ese momento cuando se confirmó la noticia del fallecimiento del joven cabanillero, acontecido unas horas antes, y se propició una reunión de urgencia de la Junta de Portavoces del Ayuntamiento, donde se decidió suspender el resto de actos festivos del sábado. Y aunque la actividad festiva se retomó a medianoche con la verbena programada, la noticia conmocionó a la juventud cabanillera, por lo que la afluencia de público a la carpa en esta segunda noche fue notablemente inferior a la del día anterior. Antes de la verbena no se celebró por tanto la segunda parte del festival de grupos locales previsto. Los propios músicos cabanilleros emitieron un comunicado conjunto de duelo mostrando su solidaridad con la familia del joven fallecido.
Ya el domingo las actividades programadas tuvieron mucha participación, gracias a la formidable temperatura de la jornada. Muy concurrida resultó la IV Concentración de Coches Clásicos, celebrada a lo largo de la mañana en el Ferial, y organizada por la Peña LaKozz y el Ayuntamiento. Participaron casi una treintena de vehículos de los años 60, 70 y 80, que hicieron las delicias de aficionados y curiosos. Se vieron coches populares y auténticas reliquias. Desde un simpático Dyane 6, a un Ford Probe, pasando por modelos míticos de Seat como el 600, el 850, el 1.300 o el impresionante 1.500.; o modelos Renault tan famosos en su día como el R4, el R8, el R5 o el R10. También se vieron coches míticos como Mini, Alfa Romeo y, como joya de la concentración, un espectacular Chevrolet Corvette de los 70, que acaparaba todas las miradas.
Mientras se desarrollaba la concentración de coches en el Ferial, decenas de niños se sumaron a las actividades infantiles programadas desde el mediodía en la Casa de la Cultura, donde hubo discoteca para los pequeños, juegos participativos y un karaoke. Y en el mismo lugar, en el soportal del edificio, se sirvieron de nuevo los dulces típicos de Cabanillas, a la finalización de la segunda Misa Mayor de estas Fiestas.
Ya a la hora de comer, unas 300 personas se animaron a participar de la Paella Popular que se sirvió en la carpa del Recinto Ferial. La cita estuvo animada por una charanga (que realizó varias rutas por bares a lo largo de todo el fin de semana), y la paella fue un agradable momento de hermandad entre vecinos y vecinas, que elogiaron unánimemente a la cocinera.
Finalmente, las Fiestas se cerraban con la celebración de una nueva procesión con la imagen del Cristo de la Expiración por las calles del centro del municipio. Fue un concurrido desfile procesional con una talla que, en estas Fiestas de Mayo cumplía exactamente 70 años desde su llegada a la localidad. Cabe reseñar además que la Hermandad del Cristo organizó a lo largo de todo el fin de semana una interesante exposición fotográfica con la historia de la localidad a lo largo de los años, que fue muy visitada durante los cuatro días que permaneció abierta al público.