Frente común por el mundo rural


Cada vaso tiene su límite y la última gota de la Ley de Bienestar Animal ha hecho perder la paciencia del mundo rural. Ha colmado el vaso del rural.

El mundo rural, harto y cansado del abandono y presiones, ha comenzado a organizar una gran movilización. Ha comenzado a movilizar y a unir a los diferentes colectivos y plataformas para ir juntos y con mucha fuerza en una gran movilización a principios de año en la capital de España. Y lo hace para proteger al mundo rural y, en especial, reivindicar la protección de la ganadería, la agricultura y una vida rural digna, así como los intereses del campo y del patrimonio natural y cultural de los pueblos de España. Y lo hace para formar un frente común y plantar cara, defendiendo y protegiendo el mundo rural.

 

Era lógico. El mundo rural y natural está siendo atacado por diversas leyes de dictadura y corte animalista, por grupos de presión ‘eco-vegano-animalistas’, por lobbies que tienen estrecha relación con Sánchez y con las ministras de Transición Ecológica y de Asuntos Sociales y Agenda 2030. El ejemplo más evidente lo tenemos en Sergio García Torres. Nombrado por Pablo Iglesias en enero del 2020 director general de Derechos de los Animales. Él viene de ‘AnimaNaturalis’, organización vegano animalista internacional de ámbito latinoamericano. Fue su coordinador en Madrid. De ahí pasó a Izquierda Unida, y después a Podemos para gestionar las redes sociales de sus círculos animalistas. Ahora cobra 80.000 euros al año por dirigir el ‘chiringuito’ de los supuestos derechos animales. Con todo ello lo que quiero decir es que el enemigo animalista que tenemos en frente y que viene a imponernos su dictadura animalista es muy fuerte y está dentro de las instituciones.

 

Cada vaso tiene su límite y la última gota de la Ley de Bienestar Animal ha hecho perder la paciencia del mundo rural. Ha colmado el vaso del rural. El mundo rural, como he dicho al inicio, está siendo atacado sistemáticamente desde colectivos radicales y desde las propias administraciones e instituciones a través de normativas y legislaciones muy dañinas y perjudiciales para el sector rural: Ley de Bienestar Animal, Ley de ayuda a protectoras de animales, Ley de ordenación de los núcleos zoológicos, ultra protección del lobo en el LESPRE.

 

En relación con la Ley de Bienestar Animal, se olvidan del mundo rural y cinegético y también de la comunidad científica, que se ha llevado las manos a la cabeza por cada una de estas ocurrencias... Y de los veterinarios. Respecto a la Ley de ordenación de los núcleos zoológicos se pretende la reconversión de los zoos y ni se han puesto en contacto con la mayor asociación de zoos y acuarios, la  Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios.

 

El mundo rural necesita algo más que leyes y agendas. Necesita realidades, inversiones, nuevas oportunidades y una voz unificada que haga revivir al campo que tanto necesitamos. Tenemos que estar a la altura de las circunstancias y tener conciencia colectiva. Únicamente entre todos y sin protagonismos salvaremos al mundo rural. Esa fuerza pasa por la unión incondicional de todas las gentes y colectivos que viven, trabajan y mantienen nuestros campos y nuestros montes. Todos unidos haciendo un frente común. Hay que unirse para reivindicar una vida rural digna, para defender los intereses del campo, de la agricultura, de la ganadería y del patrimonio natural y cultural de los pueblos de España. Hay que dejarse de declaraciones y de ocurrencias como las de la señora Montero, que quiere destinar 32 millones de euros para combatir la masculinización del mundo rural. El mundo rural tiene otros problemas más preocupantes como la disminución y el envejecimiento de la población rural, la falta de empleo, la escasa diversificación económica del espacio rural,  problemas sociales de equipamiento y calidad de vida, problemas de accesibilidad, infraestructuras, servicios elementales. Medioambientales. Y culturales.

 

Todos estos problemas del mundo rural están teniendo una consecuencia demoledora, también en mi provincia, en mi querida Guadalajara. Este no es otro que el gran éxodo del campo a las ciudades, que está provocando una descompensación territorial de la que no sabemos salir ni solucionar. Ya son 14 las provincias en las que más del 80 por ciento de sus municipios no pasan de mil empadronados. El año pasado España perdió 67.374 habitantes, pero la suma de población de todas las capitales de provincia se apuntó un incremento de 14.000 personas: la despoblación sigue cayendo estrepitosamente es en las áreas rurales. En Guadalajara la tasa de riesgo de extinción demográfica ronda el 90 por ciento de todos sus municipios.

 

Esta ideología animalista que nos dice que el ser humano no tiene derecho alguno a utilizar los animales en su beneficio terminará y hundirá mucho más al mundo rural. En los presupuestos para 2021 había destinados 4'6 millones de euros a subvenciones a grupos animalistas y a propaganda ideológica; esta ideología animalista que nos dice que el ser humano no tiene derecho alguno a utilizar los animales en su beneficio terminará con nuestra forma de vivir y existir... Y de ser lo que somos.

 

Esta ideología viene con un nombre: Agenda 2030, una agenda que usa a la mujer electoralmente, una agenda que viene provocando una guerra de género, que criminaliza al hombre por el mero hecho de serlo, una agenda que promueve un falso concepto del uso sostenible de los ecosistemas terrestres, de gestionar los bosques de forma sostenible, de luchar contra la desertificación, de detener e invertir la degradación de las tierras y de poner freno a la pérdida de la diversidad biológica. Engañando con la realidad sobre el cambio climático y sus efectos.