Galicia recupera el Pazo Bayón, símbolo de Madres contra la Droga

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

En la ceremonia se encontraban presentes también representantes de la judicatura, como el juez Carlos Bueren y el que entonces era fiscal antidroga, Javier Zaragoza.
Carmen Avendaño, fundadora de Madres contra la Droga y cuya peripecia vital fue recogida en la película Heroína, fue la encargada de romper el candado del cierre y traspasar la verja que da acceso a la propiedad de 33 hectáreas, incautada en su día al narcotraficante Laureano Oubiña.
Al comienzo del acto, y ante unas 200 personas acomodadas en la finca, el presidente de la Xunta se dirigió a los presentes, en especial a las representantes de Madres contra la Droga de quienes dijo que fueron capaces de “levantar un ejemplar y potente movimiento asociativo, una verdadera rebelión cívica que se convirtió en un emblema de la lucha en Galicia contra el narcotráfico, traspasando las fronteras de nuestra comunidad“.
“Cuando yo veía esas imágenes de ustedes luchando, manifestándose, me sentía orgulloso de saber que en mi país había gente como ustedes”, dijo a continuación el ministro Soria, sin ocultar su emoción y provocando algunas lágrimas entre aquellas madres que durante años se enfrentaron cara a cara con los narcotraficantes arousanos, a la policía y a las instituciones, hasta conseguir las condenas de aquellos y una movilización sin precedentes contra los responsables de la desgracia de sus hijos drogadictos.
El ministro Bernart Soria lucía en su solapa el candado que simbolizó la incautación de la fabulosa propiedad de Laureano Oubiña, a la que seguirían otras de otros narcos, y que unos minutos antes le había sido impuesta por Carmen Avendaño entre los aplausos de los asistentes. La mujer aprovechó su intervención para homenajear a todos aquellos que la acompañaron en su larga lucha contra el poder de los narcotraficantes. “Quiero recordar --dijo-- a aquellos miles de personas que murieron durante estos años, a todas las familias que quedaron destrozadas y arruinadas; hoy es la compensación”.
El Pazo Bayón, situado en el municipio pontevedrés de Vilanova de Arousa, se erigió como símbolo del poder y la ostentación de los clanes del narcotráfico gallego desde que fuera comprado por Laureano Oubiña. Contra ese símbolo se dirigió la lucha de las madres de drogodependientes, que lo asaltaron en 1990, cuando el juicio por la famosa ‘Operación Nécora’ terminó con la absolución de Laureano Oubiña.