Gómez Pereira mira a la juventud en El juego del ahorcado
01/10/2010 - 09:45
A Manuel Gómez Pereira le ha sentado muy bien mirar hacia atrás, a una edad tan complicada como la adolescencia y así construir El juego del ahorcado, drama romántico basado en la novela homónima de Imma Turbau protagonizado por los jóvenes Clara Lago y Alvaro Cervantes.
Cuando el director y guionista leyó la historia de amor entre Sandra y David, una pareja de niños primero, adolescentes después, en una ciudad de provincias que tienen un relación enfermiza y dolorosa, sellada a fuego por un secreto compartido, sintió una tensión que tres años después tiene como resultado la película que este viernes se lanza con 120 copias.
Especializado en comedias de éxito, Gómez Pereira dice que en la juventud todo está a flor de piel, todo te parece tremendo, y un zarpazo te puede servir para reaccionar. Desde El guardián del centeno, el sexo está muy presente en la adolescencia,, dice el que es vicepresidente segundo de la Academia de Cine, que en esta inmersión en la adolescencia muestra los primeros encuentros sexuales, la pasión, la obsesión y la violencia.
Y lo ha hecho teniendo como base la primera y única novela de Turbau, creación que descuartizó junto a su colega Salvador García Ruiz, que en casi todas sus películas ha tenido como fuente la literatura. Mano a mano, García Ruiz y el amigo Manolo para todo el equipo escribieron un guión sin poner cara y ojos a los personajes, dos adolescentes con un terrorífico secreto que marca su relación. Ella es una superviviente, mientras que él se bloquea, no sabe salir de la situación ni sabe quererla, declara el cineasta de la que es su primera adaptación cinematográfica.
El también autor de Reinas se tomó sus licencias porque, mientras la novela está contada en primera, en la película son los dos chavales, que están en todas las escenas. Lo que sí ha mantenido es el momento, la España de finales de los 80, años en los que no había móviles ni Internet. Pero las emociones no varían, el primer amor sigue siendo el primer amor. En el fondo, las preocupaciones, miedos y dudas son muy parecidos, sólo que ahora están más rodeados por la tecnología.
No pensamos nunca en trasladarla a la actualidad y tampoco a una gran ciudad, porque en las pequeñas, como todo el mundo se conoce, hay más agobio, más presión, asegura. Convencido de que la cinta tiene un arco muy amplio de público porque apela al adolescente que todos llevamos dentro, Gómez Pereira está especialmente satisfecho de sus chicos, Clara Lago y Alvaro Cervantes. Son pequeños de edad, pero grandes en talento, seriedad, disciplina e intuición. Son actores sin pasado, como los personajes, con los que he trabajado como siempre, haciendo un intenso trabajo de mesa, expone este director que tiene como asignatura pendiente hacer un musical. Acostumbrado a la etiqueta director de comedias, el director no se plantea su carrera por géneros. Las historias se te cruzan y, si me apasionan, las hago, avisa este profesional del que su colega Salvador García Ruiz habla maravillas. Me sorprendió que Manolo me llamara. Dos directores escribiendo...Me contagió su entusiasmo y su entrega. Ha hecho una película con el corazón, la más personal de su carrera, asegura.
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Clara Lago se ha hecho mayor en el cine, en el que debutó a los once años con El viaje Carol, trabajo que le valió una nominación al Goya a la mejor actriz revelación, galardón al que este año opta su compañero Alvaro Cervantes. Hemos tenido una relación estupenda. Nos conocimos y hubo química, lo que nos ayudó en las escenas difíciles que tenemos, dice la risueña intérprete. Alvaro Cervantes mira con mucha fuerza, tanto dentro como fuera de la pantalla. Con la producción Pretextos y la serie de TVE Abuela de verano aterrizó este joven catalán en El juego del ahorcado, una gran historia de amor, muy extrema, con la que todos nos podemos identificar, señala. Cervantes, de 19 años, ha estado dos años con el proyecto en la cabeza. Primero devoró la novela y luego esperó a que las pruebas que hizo dieran resultado.
Especializado en comedias de éxito, Gómez Pereira dice que en la juventud todo está a flor de piel, todo te parece tremendo, y un zarpazo te puede servir para reaccionar. Desde El guardián del centeno, el sexo está muy presente en la adolescencia,, dice el que es vicepresidente segundo de la Academia de Cine, que en esta inmersión en la adolescencia muestra los primeros encuentros sexuales, la pasión, la obsesión y la violencia.
Y lo ha hecho teniendo como base la primera y única novela de Turbau, creación que descuartizó junto a su colega Salvador García Ruiz, que en casi todas sus películas ha tenido como fuente la literatura. Mano a mano, García Ruiz y el amigo Manolo para todo el equipo escribieron un guión sin poner cara y ojos a los personajes, dos adolescentes con un terrorífico secreto que marca su relación. Ella es una superviviente, mientras que él se bloquea, no sabe salir de la situación ni sabe quererla, declara el cineasta de la que es su primera adaptación cinematográfica.
El también autor de Reinas se tomó sus licencias porque, mientras la novela está contada en primera, en la película son los dos chavales, que están en todas las escenas. Lo que sí ha mantenido es el momento, la España de finales de los 80, años en los que no había móviles ni Internet. Pero las emociones no varían, el primer amor sigue siendo el primer amor. En el fondo, las preocupaciones, miedos y dudas son muy parecidos, sólo que ahora están más rodeados por la tecnología.
No pensamos nunca en trasladarla a la actualidad y tampoco a una gran ciudad, porque en las pequeñas, como todo el mundo se conoce, hay más agobio, más presión, asegura. Convencido de que la cinta tiene un arco muy amplio de público porque apela al adolescente que todos llevamos dentro, Gómez Pereira está especialmente satisfecho de sus chicos, Clara Lago y Alvaro Cervantes. Son pequeños de edad, pero grandes en talento, seriedad, disciplina e intuición. Son actores sin pasado, como los personajes, con los que he trabajado como siempre, haciendo un intenso trabajo de mesa, expone este director que tiene como asignatura pendiente hacer un musical. Acostumbrado a la etiqueta director de comedias, el director no se plantea su carrera por géneros. Las historias se te cruzan y, si me apasionan, las hago, avisa este profesional del que su colega Salvador García Ruiz habla maravillas. Me sorprendió que Manolo me llamara. Dos directores escribiendo...Me contagió su entusiasmo y su entrega. Ha hecho una película con el corazón, la más personal de su carrera, asegura.
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Clara Lago se ha hecho mayor en el cine, en el que debutó a los once años con El viaje Carol, trabajo que le valió una nominación al Goya a la mejor actriz revelación, galardón al que este año opta su compañero Alvaro Cervantes. Hemos tenido una relación estupenda. Nos conocimos y hubo química, lo que nos ayudó en las escenas difíciles que tenemos, dice la risueña intérprete. Alvaro Cervantes mira con mucha fuerza, tanto dentro como fuera de la pantalla. Con la producción Pretextos y la serie de TVE Abuela de verano aterrizó este joven catalán en El juego del ahorcado, una gran historia de amor, muy extrema, con la que todos nos podemos identificar, señala. Cervantes, de 19 años, ha estado dos años con el proyecto en la cabeza. Primero devoró la novela y luego esperó a que las pruebas que hizo dieran resultado.