Guadalajara acoge a 45 menores extranjeros en situación de refugio
01/10/2010 - 09:45
Por: ANDRÉS BACHILLER. GUADALAJARA
BIENESTAR SOCIAL
La Junta y Save the Children celebraron una jornada de formación y sensibilización
Poco más de una treintena de personas, la mayoría mujeres, participó ayer en el salón de actos de la nueva sede de la Delegación provincial de Bienestar Social en una jornada formativa sobre los derechos de la infancia y su protección internacional de cara, sobre todo, a los refugiados , organizada por el Gobierno de Castilla-La Mancha y la Fundación Save the Children en colaboración con el Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (Acnur) y La Merced-Migraciones.
La cita, gratuita y que se repetirá en las grandes ciudades de Castilla-La Mancha estuvo dirigida a profesionales que trabajan habitualmente con menores, como personal de la propia Delegación de Bienestar Social, abogados, sanitarios, educadores sociales o miembros de colectivos que trabajan en este campo. Fue el delegado provincial, Juan Pablo Martínez Marqueta, quien inauguró ayer la jornada, haciendo hincapié en la necesidad, por un lado, de formar e informar a estos profesionales sobre los derechos de los niños en materia de refugio y asilo y, por el otro, de sensibilizar a la población. Muchas veces vemos en la televisión imágenes que se nos quedan en la retina dos minutos y luego ya las hemos olvidado, señaló el delegado.
Por eso, estas jornadas pretenden acercar la situación de los menores en países del conocido como Tercer Mundo, y promover así una serie de medidas que hagan efectivos los derechos de los menores y que puedan recibir protección internacional.
Según los datos ofrecidos ayer por Martínez Marqueta, la Delegación provincial de Bienestar Social acoge en la actualidad a 45 menores extranjeros, 37 de ellos en acogimiento residencial a través de los diferentes recursos con los que cuenta el Gobierno regional en Guadalajara y ocho viviendo en un entorno familiar.
Contenido de la jornada
La encargada de presentar la jornada fue la responsable de Save the Children en Castilla-La Mancha, Sara Varela, que recordó a los presentes que el tema de menores es especialmente delicado para trabajar. A lo largo la misma se explicó, de un lado, la figura del refugiado y del exiliado a cargo de un representante de Acnur; se recordó la legislación española existente en la actualidad sobre la materia, así como los procedimientos en que se recibe a una de estas personas; y, a través de colectivos determinados, cómo se trabaja directamente con los menores que llegan. Todo es un trabajo en equipo, recordó la responsable de Save the Children.
De acuerdo con la Convención de Ginebra de 1951 se considera refugiado a toda persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país; o que, careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos, fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera regresar a él.
Estos principios se aplican a los niños en la misma forma que los adultos pero, además, los niños pueden solicitar asilo, además de por estos motivos enumerados, ante el riesgo de ser víctimas de tráfico sexual u otro tipo de miedos diferentes a los que pueda manifestar un adulto, como el reclutamiento en grupos armados, mutilación genital femenina, trabajos forzosos u otras violaciones de derechos humanos.
España, así como el resto de estados firmantes de todas las convenciones dirigidas específicamente a la protección de los derechos del niño, como la Declaración de Derechos del Niño de 1959 o la Convención de Derechos del Niño de 1989, entre otras, se han comprometido a estudiar todos los casos y poner las medidas que sean necesarias para identificar los posibles casos de asilo y otorgar la debida protección internacional. La representante de Save de Children recordó ayer, sin embargo, que España ratificó en 1991 la Convención sobre los Derechos del Niño, que, a diferencia de la declaración, es de obligado cumplimiento.
Por eso, estas jornadas pretenden acercar la situación de los menores en países del conocido como Tercer Mundo, y promover así una serie de medidas que hagan efectivos los derechos de los menores y que puedan recibir protección internacional.
Según los datos ofrecidos ayer por Martínez Marqueta, la Delegación provincial de Bienestar Social acoge en la actualidad a 45 menores extranjeros, 37 de ellos en acogimiento residencial a través de los diferentes recursos con los que cuenta el Gobierno regional en Guadalajara y ocho viviendo en un entorno familiar.
Contenido de la jornada
La encargada de presentar la jornada fue la responsable de Save the Children en Castilla-La Mancha, Sara Varela, que recordó a los presentes que el tema de menores es especialmente delicado para trabajar. A lo largo la misma se explicó, de un lado, la figura del refugiado y del exiliado a cargo de un representante de Acnur; se recordó la legislación española existente en la actualidad sobre la materia, así como los procedimientos en que se recibe a una de estas personas; y, a través de colectivos determinados, cómo se trabaja directamente con los menores que llegan. Todo es un trabajo en equipo, recordó la responsable de Save the Children.
De acuerdo con la Convención de Ginebra de 1951 se considera refugiado a toda persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país; o que, careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos, fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera regresar a él.
Estos principios se aplican a los niños en la misma forma que los adultos pero, además, los niños pueden solicitar asilo, además de por estos motivos enumerados, ante el riesgo de ser víctimas de tráfico sexual u otro tipo de miedos diferentes a los que pueda manifestar un adulto, como el reclutamiento en grupos armados, mutilación genital femenina, trabajos forzosos u otras violaciones de derechos humanos.
España, así como el resto de estados firmantes de todas las convenciones dirigidas específicamente a la protección de los derechos del niño, como la Declaración de Derechos del Niño de 1959 o la Convención de Derechos del Niño de 1989, entre otras, se han comprometido a estudiar todos los casos y poner las medidas que sean necesarias para identificar los posibles casos de asilo y otorgar la debida protección internacional. La representante de Save de Children recordó ayer, sin embargo, que España ratificó en 1991 la Convención sobre los Derechos del Niño, que, a diferencia de la declaración, es de obligado cumplimiento.