Guadalajara, la provincia española en la que más rayos cayeron

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: J. PASTRANA. GUADALAJARA
La tormenta causó inundaciones en Azuqueca, Almoguera y Almonacid
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) contabilizó el pasado lunes un total de 3.546 rayos, siendo Guadalajara la provincia que registró un mayor número de ellos, con 1.228, seguida por Toledo, con 716, Ciudad Real (536) y Madrid (454). Otras provincias en las que se contabilizaron rayos fueron Cuenca (340), Murcia (156) y Albacete (116). Las ‘horas punta’ de caída de rayos se localizaron entre las 14.00 y las 18.00, si bien hubo descargas desde las 10.00 hasta las 20.00 horas.
Castilla-La Mancha registró, entre la tarde del lunes y las 8.30 horas de ayer, más de 500 incidencias relacionadas con la acumulación de agua en viviendas y obstáculos en las vías públicas debido a las tormentas con lluvia y granizo. Entre ellas, algunas provenientes de Azuqueca de Henares, Almoguera y Almonacid de Zorita. En la primera de las localidades varios garajes del barrio de Vallehermoso sufrieron inundaciones tras la tormenta de lluvia y granizo. En Almoguera los vecinos narran que la lluvia derribó la alambrada de la piscina municipal, inundando parte del recinto. Al abrir las puertas de las instalaciones para dejar que el agua saliera, la riada se unió a la que bajaba por la calle Alcalá Galiano, que estaba repleta de brozas. Al final, la misma plaza Mayor de la localidad quedó dominada por el barro y el lodo. “De todas formas, esto no ha sido ni una tercera parte de lo que fue la riada de hace unos años, declara una de las vecinas de la localidad”.
En Almonacid de Zorita varias rejillas y sumideros se quedaron bloqueados por el granizo que cayó previo a la tormenta, lo que provocó que se inundaran algunos edificios, como el polideportivo municipal. Además, la tormenta dejó tres árboles y una farola derribada, anegó el casón cultural y su bar, la piscina municipal y los vestuarios, el Hogar de la Tercera Edad y el bar, provocó el corte de uno de los carriles de la carretera de acceso al pueblo, inundó varias casas y sus garajes y dejó numerosas calles enlodadas. La piscina municipal no se pudo abrir. Además, el granizo destrozó cultivos. Según informó ayer el alcalde, Gabriel Ángel Ruiz del Olmo, ayer ya se estaba recobrando la normalidad, después de que se estuviera toda la tarde barriendo y limpiado el pueblo. El casón cultural y el hogar del jubilado quedaron utilizables ya durante el lunes.
La tormenta tuvo, según el portavoz de la Aemet, Ángel Rivera, los ingredientes “típicos” de las tormentas de verano: “el aire cálido y húmedo en la parte inferior, que actúa de combustible, y el frío en las capas altas de la atmósfera, que es el motor”. De este modo, la tormenta se produce por el choque del aire cálido y húmedo de la parte baja, que se enfría al subir, con las masas frías en la parte superior. A mayor contraste entre las temperaturas, mayor también será la consiguiente tormenta, según señaló el portavoz de la Aemet.