Guadalajara registra 169 deshaucios en los dos primeros trimestres de 2011

10/10/2011 - 20:11 Redacción

 
   El primer semestre del año se ha saldado en la región con un incremento del 18,8 por ciento de los desahucios con respecto al mismo periodo de 2010, cifra porcentual que sitúa a Guadalajara, con 169 desahucios, en la segunda por detrás de Toledo, y seguida por Albacete, Ciudad Real y Cuenca. Estos datos se dan a conocer al tiempo que los desahucios tramitados por juzgados españoles alcanzaron un nuevo récord histórico en el segundo trimestre del año al sumar un total de 16.464 ejecuciones.


  Los desahucios en Castilla-La Mancha han aumentado un 18,8 por ciento en el cómputo global del primer semestre del año 2011 con respecto al mismo período del año pasado, después de que hasta el 30 de junio se llevaran a cabo un total de 636, por 535 del primer semestre de 2010. Así se desprende de los datos hechos públicos por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que reflejan que el incremento de los desahucios experimentado en Castilla-La Mancha, donde Cuenca ha sido la provincia que más aumento ha experimentado con respecto al segundo trimestre de 2010, ha ascendido en un 45 por ciento. Por provincias, durante este año en Guadalajara se han llevado a cabo 169 desahucios, 96 en Albacete, 83 en Ciudad Real, 48 en Cuenca y 240 en Toledo. S

oluciones al problema

Estos datos se han hecho públicos tan sólo 15 días después de que un centenar de personas, entre las cuales se dieron cita muchos afectados, salieran a las calles de la capital arriacense reclamando el derecho a una vivienda digna y el cese de los desahucios motivados por ejecuciones hipotecarias.

  La protesta de Guadalajara no fue aislada, sino que vino a ser una de las tantas que se repitieron a nivel nacional por la Plataforma de Afectados por Hipotecas, que reivindicó, entre otras cuestiones, que se regule la dación en pago como fórmula de liquidación de la hipoteca de una vivienda; que se habilite un sistema de alquiler social; y que se ponga en marcha un cambio legislativo que deje de sobreproteger a los bancos y de permitir que miles de familias – los grandes damnificadas de la coyuntura económica actual– que se queden en la calle.