Guadalajara registra la tasa más elevada de muertes por tumor de la región
01/10/2010 - 09:45
Por: BEATRIZ PARIENTE
Un año más, según el INE, la principal causa de muerte poblacional vuelven a ser las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, esta vez se detecta un incremento de las defunciones ocasionadas por tumores malignos, un avance que se ha registrado en los últimos años y que, además, en el caso de Guadalajara, registra la mayor tasa de incidencia de Castilla-La Mancha.La información sobre las causas de muerte en el país, desgranada a nivel provincial, tiene un enorme potencial como instrumento para la toma de decisiones en salud pública. Unida a la información extraída a través de la Encuesta Nacional de Salud, la Encuesta de Salud y Hábitos Sexuales, la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia y otros estudios, ofrecen unos datos estadísticos de alto valor para obtener una radiografía de la salud de los ciudadanos.
La información sobre las causas de muerte en el país, desgranada a nivel provincial, tiene un enorme potencial como instrumento para la toma de decisiones en salud pública. Unida a la información extraída a través de la Encuesta Nacional de Salud, la Encuesta de Salud y Hábitos Sexuales, la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia y otros estudios, ofrecen unos datos estadísticos de alto valor para obtener una radiografía de la salud de los ciudadanos. De hecho, el seguimiento de la mortalidad basado en las causas básicas del fallecimiento ha permitido detectar cambios en las pautas de ciertas enfermedades. Por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares, que en 1980 eran la causa principal del 50 por ciento de las defunciones, han ido cediendo peso a otras causas como los tumores o las demencias mentales. No obstante, la primera causa de muerte en Guadalajara continúa siendo las enfermedades cardiovasculares. En 2007, último año del que el Instituto Nacional de Estadística ha publicado los resultados, se produjeron 562 muertes de las 1.816 defunciones contabilizadas en el ejercicio. En este apartado, además, destacan las enfermedades cerebrovasculares como la causa del fallecimiento en 139 casos, seguidas de los infartos agudos de miocardio, con 103 muertos. Otras enfermedades del corazón segaron la vida de otros 96 guadalajareños, mientras que la hipertensión hizo lo propio con otras 38 personas.
Los tumores de diferente origen fueron los causantes de la muerte de 501 personas en 2007, ocupando el segundo puesto. El más mortífero de ellos fue el tumor de tráquea, bronquios y pulmón, relacionados en la mayor parte de las ocasiones con el consumo de tabaco. Este tipo de tumores causó 88 defunciones. Tras él, el tumor de colon, otro de los que causan mayor morbilidad en los enfermos, causó 50 muertes. El cáncer de próstata, el de vejiga, el de tejido linfático u órganos hematopoyéticos fueron los siguientes tumores que en mayor número de ocasiones provocaron la muerte. Además, en la comparativa regional, Guadalajara resultó ser la provincia con mayor tasa de fallecimientos por tumores en el ejercicio referido. Mientras que Cuenca registró 527 muertes de las 2.273 registradas, con un 23,1 por ciento de incidencia, la menor de la región, Guadalajara imputó 501 defunciones a tumores malignos, lo que supone el 27,5 por ciento del total de muertes registradas, tanto por causas naturales, como por factores externos, como accidentes de tráfico, caídas, envenenamientos, ahogamientos u otros accidentes.
Las enfermedades del sistema respiratorio fueron otra de las causas más recurrentes en los certificados de defunción de los guadalajareños. Las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores acabaron con la vida de 70 personas, mientras que otras 42 más fallecieron de neumonía. El asma provocó la muerte de cinco guadalajareños, mientras que el virus de la gripe llegó a matar a una persona. Tras las dolencias referidas al sistema respiratorio, son las relacionadas con el sistema digestivo las que ocasionaron mayor número de defunciones, en 17 casos por enfermedad vascular intestinal y en 14 por cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado.
En 2007, según los datos del INE, no se registraron fallecimientos por embarazo, parto o puerperio, aunque sí se registró un único caso de muerte súbita infantil.
Causas externas
Al margen de la mortalidad producida por enfermedades, el INE recoge un apartado en el que detalla las causas externas de mortalidad que, en el caso de Guadalajara, ocasionaron la muerte de 62 individuos. Trece fallecieron por accidentes de tráfico de vehículos a motor, mientras que seis murieron tras una caída accidental. Hasta nueve personas murieron ahogadas, al sumergirse en el agua o sofocadas y tres lo hicieron por quemaduras o inhalación de humos. La mala fortuna quiso que el envenenamiento accidental por psicofármacos y drogas segara la vida de dos guadalajareños. En el caso de complicaciones de atención médica se registró un caso de defunción. Una muerte fue provocada por un homicidio, mientras que el suicidio y las lesiones autoinfligidas acabaron con la vida de cuatro personas.
Todas estas estadísticas, sobre todo las referidas a muertes accidentales o violentas, permiten identificar las causas más comunes de muertes prematuras y medir cuántos años de vida se pierden por estos motivos. Una persona que fallece por una causa de este tipo vive un promedio de 29 años menos de lo que, presumiblemente, debería vivir. Se ha calculado que los tumores, por ejemplo, son la causa de al menos 12 años de vida perdidos.
No obstante, en todas estas cifras hay que tener en cuenta que el envejecimiento de la población de Guadalajara influye en las pautas de enfermedad, incrementándose las de tipo crónico, como la diabetes que, aunque por sí no suele ser el origen de la muerte, sí puede contribuir a precipitarla. El INE prevé profundizar más en su análisis estadístico incluyendo la multicausalidad como indicador sociodemográfico de los fallecimientos, a fin de que esta base informativa sea todavía más útil.
Los tumores de diferente origen fueron los causantes de la muerte de 501 personas en 2007, ocupando el segundo puesto. El más mortífero de ellos fue el tumor de tráquea, bronquios y pulmón, relacionados en la mayor parte de las ocasiones con el consumo de tabaco. Este tipo de tumores causó 88 defunciones. Tras él, el tumor de colon, otro de los que causan mayor morbilidad en los enfermos, causó 50 muertes. El cáncer de próstata, el de vejiga, el de tejido linfático u órganos hematopoyéticos fueron los siguientes tumores que en mayor número de ocasiones provocaron la muerte. Además, en la comparativa regional, Guadalajara resultó ser la provincia con mayor tasa de fallecimientos por tumores en el ejercicio referido. Mientras que Cuenca registró 527 muertes de las 2.273 registradas, con un 23,1 por ciento de incidencia, la menor de la región, Guadalajara imputó 501 defunciones a tumores malignos, lo que supone el 27,5 por ciento del total de muertes registradas, tanto por causas naturales, como por factores externos, como accidentes de tráfico, caídas, envenenamientos, ahogamientos u otros accidentes.
Las enfermedades del sistema respiratorio fueron otra de las causas más recurrentes en los certificados de defunción de los guadalajareños. Las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores acabaron con la vida de 70 personas, mientras que otras 42 más fallecieron de neumonía. El asma provocó la muerte de cinco guadalajareños, mientras que el virus de la gripe llegó a matar a una persona. Tras las dolencias referidas al sistema respiratorio, son las relacionadas con el sistema digestivo las que ocasionaron mayor número de defunciones, en 17 casos por enfermedad vascular intestinal y en 14 por cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado.
En 2007, según los datos del INE, no se registraron fallecimientos por embarazo, parto o puerperio, aunque sí se registró un único caso de muerte súbita infantil.
Causas externas
Al margen de la mortalidad producida por enfermedades, el INE recoge un apartado en el que detalla las causas externas de mortalidad que, en el caso de Guadalajara, ocasionaron la muerte de 62 individuos. Trece fallecieron por accidentes de tráfico de vehículos a motor, mientras que seis murieron tras una caída accidental. Hasta nueve personas murieron ahogadas, al sumergirse en el agua o sofocadas y tres lo hicieron por quemaduras o inhalación de humos. La mala fortuna quiso que el envenenamiento accidental por psicofármacos y drogas segara la vida de dos guadalajareños. En el caso de complicaciones de atención médica se registró un caso de defunción. Una muerte fue provocada por un homicidio, mientras que el suicidio y las lesiones autoinfligidas acabaron con la vida de cuatro personas.
Todas estas estadísticas, sobre todo las referidas a muertes accidentales o violentas, permiten identificar las causas más comunes de muertes prematuras y medir cuántos años de vida se pierden por estos motivos. Una persona que fallece por una causa de este tipo vive un promedio de 29 años menos de lo que, presumiblemente, debería vivir. Se ha calculado que los tumores, por ejemplo, son la causa de al menos 12 años de vida perdidos.
No obstante, en todas estas cifras hay que tener en cuenta que el envejecimiento de la población de Guadalajara influye en las pautas de enfermedad, incrementándose las de tipo crónico, como la diabetes que, aunque por sí no suele ser el origen de la muerte, sí puede contribuir a precipitarla. El INE prevé profundizar más en su análisis estadístico incluyendo la multicausalidad como indicador sociodemográfico de los fallecimientos, a fin de que esta base informativa sea todavía más útil.