Guadalajara revive la historia con los esponsales de Felipe II e Isabel de Valois
La lluvia respetó y los guadalajareños disfrutaron con la segunda recreación de este hecho histórico.
El casco histórico de Guadalajara se ha convertido este sábado en un espacio nupcial. Porque la boda que unió en 1560 a Felipe II e Isabel de Valois se recreó con todo lujo de detalles. En esta secunda oportunidad para disfrutar de un hecho histórico, la ciudad de Guadalajara se volcó con los actores, que se metieron en el papel de manera profesional. El Palacio del Infantado fue el epicentro de la acción de estos esponsales.
Y afortunadamente el tiempo respetó y los guadalajareños vivieron como en una película unos acontecimientos que, en la vida real, se desarrollaron durante tres o cuatro días, desde la llegada de Isabel de Valois a Guadalajara a encontrarse con su ya marido Felipe II. Previamente a la celebración en Guadalajara de "la sanción religiosa y confirmación civil de la boda", la "boda por poderes" se había celebrado en París en 1559. En representación del Rey, actuó el Duque de Alba, siendo la novia la propia princesa Isabel.
El objetivo de la boda por poderes no fue otro que el facilitar que Isabel entrara ya en España como reina. La joven reina, de apenas 13 años, se encontró en España por primera vez con su ya marido, Felipe II, que había cumplido los 33 años.
Los esponsales comenzaron con la comitiva del Rey Felipe II, que salió de los jardines del Infantado y recorrió la calle Miguel Fluiters, calle Mayor, Plaza Mayor hasta Santo Domingo.
Posteriormente fue el momento de la llegada del cortejo de Isabel de Valois a la Plaza de Santo Domingo, cuando se recreó lo que debió ser la entrada de la joven reina a la entonces Plaza del Mercado. Desde este punto ambas comitivas iniciaron el recorrido por la calle Mayor hacia el Infantado.
En la Plaza Mayor tuvo lugar una de las escenas más populares, con la recreación de la recepción de las autoridades y entrega de la ciudad, con la bienvenida popular, bailes y ofrendas. Desde este punto la comitiva partirá hacia la fachada principal del Infantado.
En el portón de la fachada se representó la solemne confirmación de esponsales y una vez terminada esta ceremonia, en los Jardines del Infantado tendrá lugar la fiesta, con música, bailes, sainetes y reparto de limonada. Una exhibición de pirotecnia pondrá fin al programa de actos.