Guadalajara vive su particular 'Pasión Turca'

Las dinámicas, enérgicas y espectaculares coreografías fueron las encargadas de poner en escena la verdadera historia de Anatolia, aquella donde la primera llama fue encendida o la primera rueda fue girada, aquella que fue centro de incesantes luchas pero también de la definitiva paz. Todo ello escenificado con fuerza, con una pasión desbordante, aquella que siempre ha caracterizado a Turquía. Aunque sin duda, la disciplina y sincronización de bailarines en escena fue lo que causó las mejores sensaciones, capaces de llenar todo un escenario con movimientos casi imposibles para delirio del público, que aunque escaso era bien avenido, y que no dudó en aplaudir cuantas veces lo sintió oportuno para arropar y dar calor a un espectáculo jamás visto en Guadalajara. Tal era la complicidad entre el escenario y el patio de butacas, que en los últimos compases de la representación, éstos últimos participaron con los danzantes en una especie de invitación a imitar los sones de sus tambores, uno de los momentos más álgidos del espectáculo –junto con las danzas del vientre de las mujeres–, que al unísono lograron retumbar el patio de butacas y acelerar el corazón de más de uno de los presentes ante tal demostración de habilidades.
Con la ‘Pasión Turca’, el espectáculo que han disfrutado más de 10 millones de personas en todo el mundo, el teatro auditorio Buero Vallejo dio por iniciada su programación de temporada, que continuará el próximo fin de semana con la representación teatral ‘Mucho ruido y pocas nueces’ de William Shakespeare y el recital a cargo de los niños de Sant Marc de Lyon, que interpretarán con sus dulces voces las melodías de la película ‘Los chicos del coro’.