Guantánamo.- Un ex preso de Guantánamo acusa a la Policía española de colaborar con los servicios secretos de la prisión

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
Lahcen Ikassrien, de nacionalidad marroquí y residente en España, acusó hoy a la Policía española de colaborar con los servicios secretos del centro de detención estadounidense en Guantánamo, donde pasó tres años y medio tras ser detenido en 2001 en Afganistan por el grupo rebelde Alianza del Norte y vendido por 75.000 dólares a las tropas norteamericanas.
Ikassrien explicó las torturas a las que fue sometido una vez detenido por los rebeldes y también en Guantánamo, donde explicó que fue tratado como un "animal" y podía pasar "una semana sin comida, agua, ni luz".

Explicó que al llegar a la prisión con su grupo, a principios de febrero de 2002, les fueron colocados unos cascos y unas mascarillas y "limpiados" con un trato despectivo. De hecho, señaló que en su pulsera era identificado como 'Animal 64'.

Ikassrien llegó herido en el brazo y fue presionado para firmar un papel para amputárselo, algo que finalmente no ocurrió. En este sentido, no lograron la misma suerte muchos de sus compañeros, que fueron mutilados y perdieron órganos como los ojos para supuestamente ser donados. "Querían nuestros órganos", dijo.

Aseguró que le inyectaron en la espalda una sustancia para el tratamiento de enfermedades caninas y que estaba cerrado en una celda blanca constantemente iluminada, donde no podía dormir. Según señaló, a veces introducían aire muy frío y sustancias químicas que afectaban a su respiración.

En los múltiples interrogatorios, fue inquirido, al menos en cuatro ocasiones, por policías y funcionarios españoles --entre 2002 y 2004--. No obstante, señaló que las torturas que sufrió en Guantánamo sólo le llegaron de las tropas estadounidenses. "Eran los norteamericanos los que torturaban, los que venían de fuera se enfadaban", señaló.

AGUA DEL MAR PARA BEBER

En un informe policial, Ikassrien explicó a los agentes españoles algunos detalles sobre su reclusión en el Campamento Delta. Un extracto del informe señala: "Se quejaba de la comida que le daban, diciendo que en ocasiones, le daban agua del mar para beber y que la comida era siempre la misma, una especie de pasta de arroz sin sal. La celda en la que se encontraba recluido era de dos por dos metros aproximadamente".

"Sólo podía hablar con la persona de al lado y con la que se encontraba delante de él. Únicamente salía a pasear durante un cuarto de hora cada tres días. Después de esta salida se podía duchar".

Los policías se interesaron por Ikassrien para ofrecerle "trabajo a cambio de colaborar" en la identificación de personas sospechosas de pertenecer a Al Qaeda en España, explicó. En una de las sesiones, aseguró que estuvo presente, al menos así se presentó, un diplomático de la Embajada española en EE.UU.

El ex detenido se negó en reiteradas ocasiones y explicó que los policías españoles relataron a las autoridades estadounidenses que él era un traficante de drogas y que con el dinero que obtenía financiaba el terrorismo. Por este motivo, le torturaban más, a su juicio.

Policías marroquíes también interrogaron a Ikassrien, que en julio de 2005 fue extraditado a España. La justicia española le reclamó por un presunto delito de pertenencia a banda armada. Atado de pies y manos y encapuchado llegó a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) en un vuelo registrado en la lista de los que AENA proporcionó al juez de la Audiencia Nacional que investiga las actividades de diversos vuelos de la CIA y militares en España.

En julio de 2006, la sección cuarta de la Sala Penal de la Audiencia Nacional decretó su libertad provisional, ya que la acusación se había basado en las mismas pruebas que el Tribunal Supremo (TS) ya había anulado en el caso de Hamed Abderrahman Ahmed.

AMNISTÍA INTERNACIONAL CONDENA LOS HECHOS

Amnistía Internacional (AI) lamentó que las autoridades españolas no hayan investigado a fondo el hecho de que policías españoles se aprovecharan de una situación irregular para obtener información.

El vicepresidente de AI Catalunya, Jordi Baltà, pidió al presidente electo de los EE.UU., Barack Obama, que su intención de cerrar Guantánamo se manifiesto en los primeros cien días de gobierno con una fecha concreta, el fin de la impunidad y las torturas, el procesamiento de los responsables y medidas de reparación para los detenidos.

"Cien días son suficientes para acabar con todo esto", señaló. Ikassrien invitó a Obama a plantearse, en primer lugar, por qué existe la prisión y, posteriormente, cerrarla.

Ikassrien visitará en los próximos días Tarragona, Girona, Lleida, Sant Cugat del Vallès y Cerdanyola del Vallès (Barcelona).