Guerra entre Puigcercós y Carod-Rovira en Esquerra
01/10/2010 - 09:45
La pérdida de seis escaños en el Congreso de los Diputados ha abierto un proceso interno en Esquerra Republicana de Catalunya que llevaba un tiempo latente y que podría derivar en que la vertiente más próxima a las ideas independentistas tome el timón de una formación que hoy por hoy es parte esencial del gobierno de la Generalitat.
El secretario general de los republicanos, Joan Puigcercós, alegó hoy que si deja el Gobierno es porque a ERC le "falta liderazgo", mientras que el presidente, Josep Lluís Carod-Rovira, cree que "hay que dejarse de 'romanços'".
Tras anunciar su salida del Gobierno que preside José Montilla, Puigcercós publicó ayer un artículo en su blog personal en el que da unas pinceladas del porqué de su salida de la Generalitat, donde era conseller de Gobernació. En dicho texto, el secretario general de los republicanos explica que no hubiera renunciado a su cargo en el Gobierno si los resultados de ERC en las elecciones generales hubieran sido buenos, porque se sentía "cómodo" en la Generalitat. "Ahora, pues, hay que complementar. Hay liderazgo en el Govern, pero falta liderazgo político en el partido", señala.
Poco después, en declaraciones a TV3, el presidente de Esquerra criticó que Puigcercós tomara esta decisión de forma "personal" y sin comunicárselo a él antes que al president de la Generalitat, José Montilla, tras las "presiones" recibidas por su entorno, más próximo a las ideas independentistas que el propio Carod-Rovira desplazó con su llegada a la Presidencia del partido en 1996. Así, el líder de ERC consideró que "estaba cantado" que "pasaría de un momento a otro", aunque no se pronunció sobre posibles diferencias personales con el secretario general del partido y echó balones fuera: "Alguien cree que ha llegado su momento".
Además, consideró que el electorado republicano está "desorientado" porque en los últimos cuatro años ha visto cómo ERC ha hecho "gestos innecesarios y en algunos casos incomprensibles" en el Congreso, pasando de un apoyo "incondicional" al Gobierno de Zapatero" a la oposición. Tras reprochar que el partido tenga a veces "tics de oposición" participando en manifestaciones cuando está en la Generalitat, Carod-Rovira consideró que ha llegado la hora de "dejar de tomarse la política como si fuese un juego adolescente" y dejarse "de 'romanços' de una puñetera vez".
Tras anunciar su salida del Gobierno que preside José Montilla, Puigcercós publicó ayer un artículo en su blog personal en el que da unas pinceladas del porqué de su salida de la Generalitat, donde era conseller de Gobernació. En dicho texto, el secretario general de los republicanos explica que no hubiera renunciado a su cargo en el Gobierno si los resultados de ERC en las elecciones generales hubieran sido buenos, porque se sentía "cómodo" en la Generalitat. "Ahora, pues, hay que complementar. Hay liderazgo en el Govern, pero falta liderazgo político en el partido", señala.
Poco después, en declaraciones a TV3, el presidente de Esquerra criticó que Puigcercós tomara esta decisión de forma "personal" y sin comunicárselo a él antes que al president de la Generalitat, José Montilla, tras las "presiones" recibidas por su entorno, más próximo a las ideas independentistas que el propio Carod-Rovira desplazó con su llegada a la Presidencia del partido en 1996. Así, el líder de ERC consideró que "estaba cantado" que "pasaría de un momento a otro", aunque no se pronunció sobre posibles diferencias personales con el secretario general del partido y echó balones fuera: "Alguien cree que ha llegado su momento".
Además, consideró que el electorado republicano está "desorientado" porque en los últimos cuatro años ha visto cómo ERC ha hecho "gestos innecesarios y en algunos casos incomprensibles" en el Congreso, pasando de un apoyo "incondicional" al Gobierno de Zapatero" a la oposición. Tras reprochar que el partido tenga a veces "tics de oposición" participando en manifestaciones cuando está en la Generalitat, Carod-Rovira consideró que ha llegado la hora de "dejar de tomarse la política como si fuese un juego adolescente" y dejarse "de 'romanços' de una puñetera vez".