Guiño al patrimonio de la ciudad, Jurasic Word y los dulces en el Carnaval infantil

Los niños volvieron a demostrar este domingo por qué son la alegría de la casa. Emocionados, desde primera hora de la mañana exhibían las creaciones con las que iban a participar en el concurso infantil de la capital. Este año, el nivel de las fantasías era muy alto y hubo niños que fueron auténticos héroes portando durante horas un avión caza, una nave espacial, el mismísimo Palacio del Infantado o un circo. Otros lo tuvieron más fácil e iban en sus correpasillos perfectamente customizados en canoas, barcos o vespas.  Y esa niña colgada de un árbol cual monito en la jungla que iba meciéndose con dulzura. Por cierto, la afición por las motos retro ha sido excepcional en esta edición y hubo hasta cuatro recreaciones. No faltaron los personajes de ficción animada como las legiones de Stars Wars, personajes Disney como Ferdinam y sus locos amigos, los de Toy Story o Jurasic Word. Sorprendieron las casas de chuches, muy elaboradas, o la de la simpática bruja novata. Fantástica fue la utilización de material reciclado para hacer verdaderas obras de arte.  Una novia de plástico, cuyo  vestido y parasol estaba hecho con todo tipo de menaje de plástico o las meninas de papel, que hasta sus melenas onduladas estaban realizadas con trozos de periódico.

    En un Carnaval de Guadalajara no podía faltar la botarga, y un pequeño decidió ser el botarga de la República Independiente de su pueblo, cuyo nombre no desveló. Un guiño a esos abuelos que tanto quieren los niños, con sus gorras y toquillas haciendo ganchillo fue, junto a la de una intrépida Matilda lectora los más entrañables. Anunciando la llegada de la primavera estaba una niña hecha cerezo en flor. No faltaron los cortejos de animales, hasta una multitudinaria granja con animales y trabajadores tomaron el Polideportivo San José, tan grande como la del grupo de ladronzuelos, que iban desde recién nacidos hasta bien mayores encapuchados con sus mochilas llenan de billetes americanos.

    Al final, el jurado, del que también formó parte Nueva Alcarria, junto con representantes de los colectivos locales de la capital y algunos concejales, tuvo que determinar el palmarés en una difícil y reñida deliberación. En la categoría de grupos, por su puesta en escena, construcción y detallismo, ganó Jurasic Guada; mientras que en el de parejas o tríos, los hizo Dulce Fantasía, con esos dos intrépidos habitantes de la casa que todo niños sueña, hecha con chuches.  El mejor disfraz individual fue para Pequeño Infantado, una auténtica obra de arte en la que ‘la’ cardenal González de Mendoza posaba con su libro y bastón delante de una fantástica recreación a escala del monumento más emblemático de Guadalajara, el Palacio del Infantado. Todo un mérito ir con esta joya acuestas durante tres horas que duró el concurso y posterior espectáculo.

            En total se repartieron dieciséis premios, que recibieron los regalos donados por las peñas y  la estatuilla de la botarga de la capital.  Además, todos los participantes optaron a ganar una bicicleta. Emoción hasta el final.