Hallado en Alarilla el Homo Alcarreñensis, un bípedo que se alimentaba de miel

28/12/2011 - 00:05 FCV

Los responsables de las excavaciones de Altamira acaban de realizar el anuncio: “Hemos hallado en el pico de La Muela, en Guadalajara, el Homo Alcarreñensis, un bípedo de un metro de altura, con el cráneo alargado, que se alimentaba exclusivamente de miel, lo que le garantizaba 80 años de vida”. Desde el CSIC recalcan que “se trata del hallazgo más importante desde el descubrimiento del australopitecus africano, en 1925”. Prestigiosos arqueólogos han declarado que el hombre alcarreño podría ser “el eslabón perdido de la evolución humana”.
Desde la extinción del Homo Neanderthalensis, hace 25.000 años, y del Homo Floresiensis, hace unos 12.000 años, el Homo Sapiens era la única especie conocida del género Homo que aún perduraba hasta la fecha. Sin embargo, los responsables de  las excavaciones de Atapuerca, en un comunicado remitido a los medios de comunicación, han mostrado su asombro por el descubrimiento del Homo Alcarreñensis, con un asombroso parecido al Homo Floresiensis, hallado en 2004 en Indonesia. Este hallazgo ha tenido su eco más allá de nuestras fronteras. El New York Times titulaba así la información: “Alcarrian Homo Sapiens discovered in Spain” (España descubre el homo alcarreño). The Times afirmaba en su portada: “Spanish honey man in Alcarria” (Los españoles hallan al hombre de la miel de la Alcarria). Prestigiosos arqueólogos han declarado a estos medios que el hombre alcarreño podría ser “el eslabón perdido de la evolución humana”.
Se trata del esqueleto de un homínido bípedo, de un metro de estatura y cráneo alargado, que tenía como principal base de sustento la miel. En las excavaciones realizadas se han encontrado restos de ancestrales aperos para la extracción de la miel, así como residuos que, tras ser sometidos a la prueba del Carbono 14, han resultado ser de jalea real. Asimismo se han descubierto diversas herramientas de piedra, como puntas de lanza o cuchillos, con las que cazaban los animales y cortaban las pieles. “Lo razonable es pensar que esos homínidos fueron los que se encargaron de tallar y afilar la piedra, a menos que el hallazgo abra una nueva línea de investigación sobre la que se puedan elaborar hipótesis acerca de la posibilidad de una nueva especie de la Alcarria”, indica expertos consultados. “Los análisis han detectado que llegaron a vivir hasta 80 años, gracias a las propiedades de la miel”, ilustra Lorenzo Gutiérrez, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. “Se trata del hallazgo más importante de todos los tiempos, tras la localización del australopitecus africano, en 1925”, aseguran los responsables de las excavaciones de Atapuerca.
 Estos pequeños hombres, que residían en cuevas, se estima que podrían haber tenido aspecto de elfos, pequeños seres con las orejas alargadas, el pelo largo y los ojos grandes. Su musculatura les permitía cazar especies animales de grandes dimensiones, ya que además eran capaces de correr a gran velocidad, gracias a sus pasos cortos y muy continuados. Sin embargo, también tenían una gran habilidad  para coger pequeños insectos, gracias a una especie de palillos que tenían las funciones de pinza, que les servía como complemento para su sustento diario. De la misma forma daban grandes saltos, de casi metro y medio de altura, lo que les permitía alcanzar los frutos de los árboles.