Hasta los campamentos ‘se van de vacaciones’

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: VIRGINIA BODEGA
La Escuela de Verano del colegio Adoratrices echó el cierre ayer.
Al igual que otras muchas actividades y campamentos que se han sucedido en la ciudad durante el pasado mes de julio, los profes y los alumnos que han disfrutado con los juegos y deportes y han seguido aprendiendo con las clases de refuerzo de inglés en el entorno del convento de las Adoratrices celebraron ayer una de las jornadas más especiales de todo el mes. Una fiesta de despedida, en la que predominaron las actividades lúdicas, en la que los niños se disfrazaron y compartieron de un pequeño pic-nic de refrescos y otras chuches, puso fin a un mes de hacer nuevos amigos, estar en el cole de manera diferente y aprovechar las vacaciones escolares reforzando el aprendizaje del inglés. Como explicaba Ana Fernández, coordinadora de la Escuela de Verano, “hoy hacemos una despedida que es bastante emotiva, entonces, intentamos quitar parte de la carga de aprendizaje, haciéndolo todo muy lúdico y festivo; tenemos refrescos, aperitivos, música, juegos y disfraces para pasarlo bien”.

Balance positivo
Aunque, como señala Fernández, este año ha bajado mucho la demanda de plazas para el campamento –algo en lo que también la crisis económica ha hecho mella–, lo cierto es que cada una de las cinco semanas que se ha prolongado el curso 50 niños de diferentes edades han formado parte del campamento urbano. A pesar de haber reducido el número de inscripciones respecto a otros años, Fernández destaca que lo importante es “mejorar cada año en cuanto a recursos, porque así podemos ir ampliando los grupos y explotando la faceta del contacto con la lengua inglesa, que es lo que más nos interesa reforzar en los niños, que no desconecten del todo de la actividad intelectual”.
Pero no solo ha habido deberes en esta Escuela de Verano. Teniendo en cuenta que los niños también necesitan descansar del largo curso escolar para empezar con más fuerzas el próximo septiembre, Fernández asegura que también se ha potenciado mucho la actividad física y deportiva, gracias a Lucas, el profesor de este área, que ha hecho que los pequeños lo hayan pasado en grande con pequeños juegos deportivos y los tradicionales, los de toda la vida.
Después de haberlo pasado tan bien, como cuentan los propios niños, y haberse portado también bien, como admiten los profesores, ahora toca pensar en las mejoras que el campamento incluirá el año que viene, para lo que Fernández ya ha comenzado a dialogar con sus anfitrionas, las hermanas del convento de Adoratrices.

La fiesta tuvo dos guapas protagonistas: Brianda y Laura, que cumplían cinco años

Por si fueran pocas las emociones de la jornada de despedida, en la que amigos y amigas trataron de aprovechar el tiempo juntos al máximo, a sabiendas de que no volverán a verse hasta septiembre, Brianda y Laura, dos guapas alumnas de la Escuela de Verano de Adoratrices, vivieron la fiesta por partida doble, puesto que también celebraban sus cumpleaños, el quinto en ambos casos. Aunque muchos decidieron no disfrazarse –el calor de la mañana lo hacía prohibitivo–, todos disfrutaron de una última y especial jornada de campamento urbano en la que no faltaron las bebidas refrescantes, las palomitas y alguno que otro dulce.