Hispafer propone a 80 trabajadores un despido ‘concertado’ o acogerse a un ERE

Hispafer –antigua Philips–, empresa del grupo Ferroxcube del sector metalúrgico e instalada en Guadalajara desde 1973, ha anunciado a sus empleados, un total de 93, que deberá despedir antes del próximo viernes a 80 de ellos, siempre que éstos acepten la cancelación de sus contratos a cambio de percibir la cantidad correspondiente a 45 días por año trabajado. De no aceptar tal propuesta, los empleados se verán arrastrados a un Expediente de Regulación de Empleo. Así se lo comunicó la Dirección de la empresa a sus trabajadores el pasado miércoles, según ha explicado a esta redacción Abel del Amo, trabajador de Hispafer y miembro de la sección sindical de CCOO. Según este empleado, la empresa convocó a los trabajadores pocas horas antes de que la mayoría de ellos marchara de puente, para mantener una reunión en la que se dividió a los 93 empleados en tres grupos. “El martes nos comunicaron que el miércoles iba a haber una reunión urgente para todos los trabajadores”, explica Del Amo; “ahí se nos comunicó que Yageo –grupo coreano del que depende Hispafer– había dispuesto para Hispano Ferritas una regulación de 80 personas, es decir, un ERE con 80 despidos”. Sin embargo y según explica el empleado, la Dirección respondió a Corea “que dejara el asunto en sus manos”, y propuso a sus empleados “que tenían que salir obligatoriamente 80 personas de Hispafer con 45 días por año trabajado. Ésa fue su jugada maestra”, comenta el empleado.

No creen en el cierre definitivo
Tal y como explica Del Amo, además, “a la reunión nos trajeron un sobre poniendo la cantidad que nos correspondía a cada uno por todo el tiempo trabajado. Nos informaron que la empresa no era viable”, continúa, “que se iba a dejar de producir aquí y que se iban a quedar sólo 19 personas para Desarrollo, Producción, Administración, Calidad y Mantenimiento”, motivo por el cual los empleados creen que no es cierto que la empresa vaya a dejar de producir definitivamente, aunque eso sea lo que les han asegurado desde la Dirección de la misma.
Los empleados lamentan que el comité de empresa no les haya informado “ni haya movido nada” todavía. Además, consideran indignante el hecho de que la empresa les haya dado tan poco tiempo para pensar en alternativas, pues los trabajadores tienen sólo hasta el viernes para pensar si aceptan la propuesta, una coyuntura que entienden como “una amenaza y una coacción”. En palabras del propio Del Amo, “nos parecía una decisión muy dura no comunicarlo y les obligamos a hacer una reunión a las ocho y media y a las dos y media –de ayer– con todos los empleados para que nos expliquen esto y las posibles alternativas al despido, y no hemos podido saber nada más”.
Tras la reunión mantenida ayer a mediodía, el comité de empresa aconsejó a los trabajadores “que cojamos el dinero”, asegura Del Amo. Tal consejo les parece “increíble” y consideran “muy pasiva” la actitud del comité, por la incapacidad de proponer soluciones. Mientras, los trabajadores se asesoran ahora a título personal por una acción que está a punto de dejarles sin su puesto de trabajo de la noche a la mañana y se plantean la posibilidad de emprender distintas movilizaciones todavía por concretar.
En opinión de Del Amo, lo que pretende Hispano Ferritas con este “despido concertado” de 80 trabajadores, lo que supone más del 80 por ciento de la plantilla, es eliminar a los trabajadores actuales con el fin de “borrar de un plumazo todos sus derechos y los 17 convenios” alcanzados durante todo este tiempo. Muchos de los empleados llevan en la fábrica más de 30 años y la mayoría de ellos más de una década. Desde hace cuatro años, tal y como explica este empleado, “se han hecho este tipo de despidos; sólo el año pasado salieron unas 50 personas”, comenta, y asegura que hace sólo un par de años en la empresa trabajaban 210 personas.
Mientras los empleados afectados deciden qué hacer y se asesoran sobre sus posibilidades, Hispafer, situada en el polígono industrial El Henares de la capital, se encuentra parada, aunque los empleados están obligados a acudir, al menos hasta el viernes.