Hispania Nostra saca al Castillo de Galve de Sorbe de su Lista Roja, tras la rehabilitación acometida por propietarios

18/03/2019 - 11:48 E.PRESS

El Comité Científico de Hispania Nostra ha sacado de su Lista Roja al Castillo del municipio de Galve de Sorbe que, tras las obras de rehabilitación y las actuaciones llevadas a cabo por sus propietarios, ha pasado a estar en la Lista Verde de esta asociación, que trabaja por la conservación del patrimonio.

"Tras las obras de rehabilitación y reforma llevadas a cabo por sus actuales propietarios, el Castillo de Galve de Sorbe, uno de los más interesantes fortines de la provincia de Guadalajara, está recuperando su antiguo esplendor", han indicado en nota de prensa.

En agosto de 2018 comenzaron los trabajos de consolidación del castillo, en una primera fase de desescombro, limpieza y demolición de elementos puntuales no protegidos. Se han retirado los materiales de fibrocemento y uralita utilizados en la restauración de los años 70, y la cubierta de esta época, dejando al descubierto la construcción original y las marcas de cantero encontradas en los sillares. Actualmente continúan las obras.

HISTORIA DEL CASTILLO

Una vez concluida la reconquista de la Transierra castellana, Galve pasó a formar parte del Común de Villa y Tierra de Atienza, siendo en el siglo XIII propiedad del infante Don Juan Manuel, quien levantó el primitivo castillo cristiano sobre el anterior de origen musulmán.

En el siglo siguiente, el castillo pasó a pertenecer a la Corona, y en 1354 el rey Don Pedro I el Cruel dio Galve a Iñigo López de Orozco.
Su hija Doña Mencía se casó con el señor de Beleña y a ellos compraron Galve, mancomunadamente, el almirante de Castilla Don Diego Hurtado de Mendoza, y el Justicia Mayor del Reino Don Diego López de Estúñiga, pasando definitivamente a esta última familia.

Un descendiente de éste último levantó en 1468 el castillo actual, que permaneció en la familia hasta mediados del siglo XVI, cuando lo compró Doña Ana de la Cerda, viuda de Don Diego Hurtado de Mendoza.

Ya en el siglo XVIII, por entronques familiares, pasó a la casa de los duques de Alba, que entre otros muchos ostentan hoy el título de condes de Galve. En 1971 el castillo pasó a propiedad del Estado y éste se deshizo de él mediante subasta pública en 1972, adjudicado por 1.400.000 pesetas a su anterior dueño.