Hollywood se rinde al cine de Europa

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: ANGÉLICA MARTÍNEZ. COLPISA
La versión que los Coen han filmado de la barroca novela de Cormac McCarthy se impuso por tanto a la otra película favorita, Pozos de ambición, retrato sobre el oscuro capitalismo salvaje y el poder del dinero petrolero firmado por Paul Thomas Anderson que tuvo que conformarse con las estatuillas al mejor actor, el siempre convincente Daniel Day Lewis, y la mejor fotografía.
Junto a Bardem y al británico Day Lewis, en la más rutilante noche hollywoodiense brillaron con luz propia otros dos actores europeos. La academia también reconoció los trabajos de la inglesa Tilda Swinton, mejor actriz secundaria por Michael Clayton, y la francesa Marion Cotillard, mejor actriz principal por meterse en la piel de Edith Piaf en La vida en rosa.

Espectáculo austero
La ceremonia corrió peligro por los cien días de huelga de guionistas, paro que obligó al presentador de la gala, el cómico Jon Stewart, y a sus colaboradores, a tener listo el trabajo en menos de una semana. El resultado fue un espectáculo austero con bajas dosis de glamour y diversión, celebrado en una velada fría y lluviosa.
Frente a No es país para viejos también sucumbieron Michael Clayton, cuyas siete nominaciones quedaron reducidas al galardón que pudo levantar Tilda Swinton, y Expiación, cinta que lucía también siete candidaturas y sólo pudo imponerse en una, la de mejor banda sonora, firmada por el italiano Dario Marianelli. Mala noticia para el cine español, que vio quedarse sin premio al donostiarra Alberto Iglesias, candidato por la música de Cometas en el cielo.
El palmarés se completó con El ultimátum de Bourne, que consiguió tres premios técnicos; La vida en rosa, que, además de reconocer a Cotillard, ganó el Oscar al mejor maquillaje; y Juno, que aspiraba a cuatro premios importantes y sólo logró el de guión original para la ex ‘stripper’ Diablo Cody, que recogió el Oscar de manos de Harrison Ford.
Con un Oscar también se fueron Elizabeth, la edad de oro, al mejor vestuario; La brújula dorada, a los efectos visuales, y Sweeney Todd, a la dirección artística. Y Anne Hathaway y Steve Carell entregaron el Oscar a la mejor película de animación a los simpáticos ratones de Ratatouille. Su director, Brad Bird, comentó que lo más complicado del trabajo había sido “que los espectadores se identificaran con la historia de una rata".