Ibercaja está presente en la Expo con Iberonostum, Camino de Progreso
01/10/2010 - 09:45
Por: Redacción
El Ebro y la cuenca que recorre, con sus paisajes, sus gentes, sus esfuerzos y sus tradiciones, es el protagonista absoluto del Pabellón de Ibercaja en la Exposición Internacional de Zaragoza 2008.
A través de un audiovisual de 12 minutos de duración, se ofrece un intenso recorrido por 48 lugares distintos, que fue presentado ayer por el director general de la Entidad, José Luis Aguirre Loaso, y el director del pabellón, Tomás Bonilla.
Ibernostrum, Camino de progreso, se inspira en la propia esencia del logotipo de la entidad, compuesto con símbolos del río Ebro y de la Caja. Bajo sus trazos, se accede al pasillo de entrada, un espacio luminoso y acristalado, en cuyo suelo se perciben el movimiento y los reflejos del río y cuyas paredes y techo plasman las orillas de una ribera. Todo ello envuelto en murmullos de agua, aves y viento.
Una vez en la sala central, los visitantes se instalan en las gradas situadas en dos laterales opuestos y en medio de las cuales se muestra el espectáculo, que tiene al río como protagonista y que arranca del surco azul del cauce que recorre el suelo.
En la pantalla central, de 12 x 7 metros, se muestra un recorrido visual y sonoro que, durante 12 minutos, transporta al visitante por las primaverales riberas del río, el Pirineo en su apogeo invernal, los llanos de cosechas doradas o los rojos de las viñas en otoño.
Ibernostrum, Camino de progreso, se inspira en la propia esencia del logotipo de la entidad, compuesto con símbolos del río Ebro y de la Caja. Bajo sus trazos, se accede al pasillo de entrada, un espacio luminoso y acristalado, en cuyo suelo se perciben el movimiento y los reflejos del río y cuyas paredes y techo plasman las orillas de una ribera. Todo ello envuelto en murmullos de agua, aves y viento.
Una vez en la sala central, los visitantes se instalan en las gradas situadas en dos laterales opuestos y en medio de las cuales se muestra el espectáculo, que tiene al río como protagonista y que arranca del surco azul del cauce que recorre el suelo.
En la pantalla central, de 12 x 7 metros, se muestra un recorrido visual y sonoro que, durante 12 minutos, transporta al visitante por las primaverales riberas del río, el Pirineo en su apogeo invernal, los llanos de cosechas doradas o los rojos de las viñas en otoño.