Inaugurada, “La Calcografía”, una galería de arte-taller de grabado en Santamera
La exposición de artistas del taller la podrán ver hasta el 16 de febrero.
Recientemente se ha inaugurado el taller de grabado y galería de arte de Santamera. Se trata de un proyecto subvencionado por el Grupo de Acción Local ADEL con un importe de 41.213,90 euros y el apoyo del ayuntamiento de Riofrío del Llano y el Ayuntamiento de Santamera.
Hasta el lugar acudieron Luis Aguado, alcalde pedáneo; Víctor Pérez, teniente alcalde; Ramiro Magro , alcalde de Medranda y diputado provincial; Héctor Gregorio, diputado de Medioambiente; Alfredo Barra, delegado del Comisionado del Reto Demográfico; y Maite Pérez, alcaldesa de Riofrío del Llano.
Y para respetar las medidas de seguridad, conocieron previamente el lugar la presidenta de ADEL y alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, quien dijo que “proyectos como este son los que dinamizan nuestra comarca, devuelven la vida a nuestros pueblos, fomentan la cultura y el arte, y permiten el desarrollo profesional cualificado”.
La Calcografía está situada en la antigua escuela y se ha convertido en un lugar donde Matilde Gómez, promotora de esta iniciativa y profesora de Bellas Artes, expondrá y enseñará su arte. “Todas las personas que quieran podrán aprender todas las técnicas de grabado desde las más tradicionales, como el agua fuerte o el agua tinta, hasta las últimas técnicas más novedosas que están saliendo y que nosotros investigamos también.”
Los interesados podrán visitar la galería de arte con la exposición colectiva de artistas del taller hasta el día 16 de febrero. También podrán hacer cursos. Y entre semana estará abierto a todo aquel que quiera hacer su edición o aprender de una manera no tan encorsetada de lo que es aprender una técnica, añade. También se harán cursos para niños.
Gómez descubrió Santamera gracias a su hermana hace 30 años y se “enamoraron”. A pesar de considerarse una estudiante de Bellas Artes “tardía”, porque terminó en 2014, ha estado colaborando en el Instituto de Investigación de Artes Plásticas de la Universidad de Salamanca, ciudad en la que abrió su propio taller durante tres años y muchos de sus alumnos “fueron los propios catedráticos de las universidades, artistas profesionales que vivían en otras ciudades y venían incluso de Sevilla o Lisboa”.