ING hace frente a la intranquilidad de sus clientes en España

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Los clientes bancarios españoles ya empiezan a sentir en la nuca el aliento de la crisis financiera internacional. Miles de ahorradores que buscaron en ING Direct una retribución más elevada para sus fondos viven horas de pesadilla, tras la inyección de capital público holandés en la matriz de la entidad. “Como cualquier otro día, este lunes ha entrado y salido mucho dinero de este banco”, declaró el director general de la filial española, César González- Bueno, en un intento de tranquilizar a los usuarios.
El saldo oficial de estas operaciones no se va a divulgar. Ni siquiera se conocerá en detalle cuando se difundan los datos del tercer trimestre, a mediados del mes de noviembre, pero para entonces habrá más pistas.
En la duda de si retirar sus fondos –con el catastrófico efecto que podría producir una salida masiva- o mantener la calma, buen número de clientes se decantaron por informarse primero a través del teléfono o internet. Las llamadas se agolparon en las primeras horas de la jornada, pero, según fuentes de la entidad, el centro de atención al cliente “nunca llegó a colapsarse”. Quienes acudieron a la página web encontraron el mensaje que González- Bueno ha repetido hasta la saciedad, este lunes, a través de todos los medios. “ING es una entidad sana” y los 10.000 millones de respaldo la hacen “más solvente todavía”. Por descontado, desde el primer ejecutivo a la última telefonista recordaron a sus interlocutores que el fondo de garantía de depósitos de Holanda garantiza a cada depositante un máximo de 100.000 euros.

No es una operación rescate
“¿Es normal que se produzcan entradas de dinero en estas circunstancias?”. ING Direct asegura que así está ocurriendo, porque “en el contexto que vivimos hay conductas de todo tipo, y clientes que buscan, por encima de todo, la diversificación.”. Si no se quiere guardar el dinero en el calcetín... “los ahorros se reparten entre depósitos garantizados”, insiste. González- Bueno precisa los términos de la actuación de las autoridades holandesas. “No hemos necesitado de ninguna operación de rescate”, afirma. Y explica que la medida adoptada por el Gobierno de ese país, “sin ser una nacionalización”, persigue fortalecer el capital del banco “ante las excepcionales circunstancias del mercado”. El coeficiente de capital, que estaba situado en un 6% y superaba las exigencias básicas, pasará al 8%, lo que permitirá a la entidad hacer frente con mayores garantías a la crisis de confianza generalizada.

Dura competencia

ING Direct llegó hace nueve años a España. Nacido con aspiraciones de ser ‘el segundo banco’, con una mínima oferta de servicios ha logrado captar en ese tiempo 1,8 millones de clientes que le han confiado 15.261 millones de euros en depósitos. El gancho de lo que durante mucho tiempo se conoció por ‘banco naranja’ fue la cuenta del mismo color, que ofrece una elevada remuneración, siempre por un tiempo limitado. A continuación, los depósitos se ven retribuidos con una cantidad algo más jugosa que la ofrecida por las entidades ‘tradicionales’. Cuando se recrudeció la guerra por los depósitos, esa remuneración fue replicada por las filiales de los grandes bancos por internet y, en los últimos tiempos, también por algunas cajas de ahorros.

La dura competencia entre entidades suscitó fuertes recelos entre las redes de los grupos bancarios y la oferta del que inicialmente se bautizó como “banco sin sucursales”. ING se ha quejado desde entonces de la ‘guerra sucia’ de sus rivales. Por eso dedicó parte de los costes ahorrados en la red de oficinas a campañas de publicidad. La más notoria de todas ellas fue la desencadenada a raíz de la crisis de Forum- Afinsa, cuando la desconfianza hizo mella en los pequeños ahorradores.

Ahora mismo, la práctica totalidad de los usuarios españoles de ING Direct tienen una ‘cuenta naranja’, mientras se reduce al 19% la proporción de quienes han domiciliado su nómina y a un modesto 3% la tasa de hipotecas concedidas a los clientes.