Inspección de Trabajo levantó 330 actas de infracción durante la campaña de la vendimia
01/10/2010 - 09:45
Según los datos facilitados ayer por el delegado del Gobierno en la región, Máximo Díaz-Cano, durante la vendimia del pasado verano la Inspección de Trabajo visitó 140 empresas e identificó a un millar de trabajadores, tras lo cual se levantaron doscientas actas por contratación irregular de trabajadores y otras 130 por infracciones a la Seguridad Social.
Díaz-Cano recordó que los empresarios agrícolas se enfrentan a una sanción de seis mil euros por cada trabajador irregular, además de las responsabilidades penales a las que se pueden enfrentar por cesión ilegal de trabajadores y si se atenta contra sus derechos.
Además de efectuar los contratos conforme establece la ley, los empleadores tienen la obligación ofrecer un alojamiento digno a los vendimiadores y recordó a los agricultores que existen ayudas públicas para alojamientos colectivos, así como subvenciones individuales para el arreglo de inmuebles destinados a este fin que concede el Ministerio de Trabajo.
En este sentido, se refirió a los asentamientos que protagonizaron las portadas de la prensa el pasado verano cuando inmigrantes, en su mayoría rumanos, se alojaban en tiendas de campaña o en enormes tinajas de vino.
El representante gubernamental recordó que el plazo para presentar ante la administración central sus estimaciones de necesidad de mano de obra para la vendimia acaba el 15 de junio, aunque el dato que presente el empleador no es vinculante porque hasta el comienzo de la campaña (a finales de agosto o principios de septiembre) pueden surgir incidencias meteorológicas que mermen la cosecha como ocurrió hace un año en La Mancha.
No obstante, veinte días antes del inicio de la recogida de la uva deberán presentar sus contratos de trabajo, un trámite administrativo que requerirá reforzar los medios humanos y materiales, a lo cual ya hay un compromiso del ministerio de Administraciones Públicas para llevarlo a cabo, dijo Díaz-Cano.
Sobre la necesidad de mano de obra, el delegado del gobierno considera que estará en torno a los 30.000 los jornaleros, aunque reiteró que se trata de estimaciones tomadas de otras campañas.
Además de efectuar los contratos conforme establece la ley, los empleadores tienen la obligación ofrecer un alojamiento digno a los vendimiadores y recordó a los agricultores que existen ayudas públicas para alojamientos colectivos, así como subvenciones individuales para el arreglo de inmuebles destinados a este fin que concede el Ministerio de Trabajo.
En este sentido, se refirió a los asentamientos que protagonizaron las portadas de la prensa el pasado verano cuando inmigrantes, en su mayoría rumanos, se alojaban en tiendas de campaña o en enormes tinajas de vino.
El representante gubernamental recordó que el plazo para presentar ante la administración central sus estimaciones de necesidad de mano de obra para la vendimia acaba el 15 de junio, aunque el dato que presente el empleador no es vinculante porque hasta el comienzo de la campaña (a finales de agosto o principios de septiembre) pueden surgir incidencias meteorológicas que mermen la cosecha como ocurrió hace un año en La Mancha.
No obstante, veinte días antes del inicio de la recogida de la uva deberán presentar sus contratos de trabajo, un trámite administrativo que requerirá reforzar los medios humanos y materiales, a lo cual ya hay un compromiso del ministerio de Administraciones Públicas para llevarlo a cabo, dijo Díaz-Cano.
Sobre la necesidad de mano de obra, el delegado del gobierno considera que estará en torno a los 30.000 los jornaleros, aunque reiteró que se trata de estimaciones tomadas de otras campañas.