Intermón propone subastar CO2 para financiar la ayuda a los más afectados por el cambio climático

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Lienzo realizado en Guadalajara.
No es una utopía ni tampoco un milagro. Convertir algo tan nocivo como el CO2 en una fuente de ayuda a los que más lo necesitan es posible. Tan sólo depende de la voluntad política de los países desarrollados, los más contaminantes del planeta. Así lo aseguran los representantes de Oxfam Internacional, Intermón Oxfam en España, en el informe “Convertir el carbono en oro”, presentado hoy en la ciudad polaca de Poznan, donde se desarrolla la segunda jornada de negociaciones de la conferencia de Naciones Unidas sobre clima.
No es una utopía ni tampoco un milagro. Convertir algo tan nocivo como el CO2 en una fuente de ayuda a los que más lo necesitan es posible. Tan sólo depende de la voluntad política de los países desarrollados, los más contaminantes del planeta. Así lo aseguran los representantes de Oxfam Internacional, Intermón Oxfam en España, en el informe “Convertir el carbono en oro”, presentado hoy en la ciudad polaca de Poznan, donde se desarrolla la segunda jornada de negociaciones de la conferencia de Naciones Unidas sobre clima.

En este documento, Intermón Oxfam explica que existen medios disponibles para generar miles de millones de dólares que están relacionados con los planes de reducción de emisiones contaminantes. La ONG apuesta por subastar una parte de la asignación internacional de derechos de emisión adjudicados a cada país desarrollado con compromisos de reducción, en lugar de simplemente entregarlos de forma gratuita. Las estimaciones de Intermón Oxfam calculan que se generarían más de 50.000 millones de dólares anuales para el año 2015 si tan sólo se subastara el 7,5% de las unidades de emisiones internacionales de los países ricos. Este presupuesto podría luego invertirse en un nuevo mecanismo multilateral para financiar la adaptación bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).

Intermón Oxfam señala que los ingresos deben generarse en sectores internacionales que en la actualidad no están regulados por el Protocolo de Kyoto. Por ejemplo, en el sector de la aviación y navegación marítima internacional sería posible reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, generando al mismo tiempo una nueva financiación para la adaptación.

Intermón Oxfam calcula que el establecimiento de límites de emisión en la aviación y la navegación marítima- en lo que respecto sólo a países desarrollados- y la subasta de asignaciones de derechos de emisión en esos sectores, podría generar más de 12.000 millones de dólares y 16.600 millones de dólares respectivamente.

“Con la propagación de una crisis económica mundial, estos mecanismos contribuirían a obtener suficiente dinero de los países más contaminantes sin tener que recurrir a las haciendas públicas”, afirma Antonio Hill, portavoz de Intermón Oxfam sobre cambio climático. Los países más empobrecidos necesitan ayuda para hacer frente a los impactos del calentamiento global, por ejemplo, mediante la mejora de sistemas nacionales de alerta de inundaciones, la plantación de manglares a lo largo de la costa para que actúen de escudo natural contra las olas generadas durante las tormentas o el cultivo de cosechas resistentes a la sequía. Si estos países no consiguen adaptarse a la nueva realidad creada por el cambio climático, se verán afectados en mayor medida por las inundaciones, las sequías y los huracanes, lo que además tendrá un coste más elevado desde el punto de vista humano y económico.
“Es de vital importancia que las partes implicadas en las negociaciones de Poznan se pongan de acuerdo sobre cuál es el mejor modo de obtener dinero para financiar el proceso de adaptación ya que hasta el momento no se ha dado ningún paso”, apunta el portavoz de Intermón Oxfam.

Esos 50.000 millones de dólares anuales necesarios para financiar la ayuda a la adaptación, podrían aumentar si el nuevo acuerdo sobre cambio climático no es capaz de evitar que el calentamiento global supere los 2ºC. Si se rebasa esa temperatura, los efectos serían “catastróficos”.

La destrucción de cosechas y de los medios de subsistencia, la pérdida de productividad, las inundaciones y las sequías abocarán a cerca de 600 millones de personas a pasar hambre, muchas naciones insulares desaparecerán, se propagarán las enfermedades relacionadas con el cambio climático (dengue, malaria, diarrea) y la disponibilidad de agua desde África del Sur hasta América Latina y el Mediterráneo se reducirá en un 50 por ciento.

“Los más pobres en todo el mundo son los más castigados por el cambio climático aún siendo los menos responsables del calentamiento global. Incluso en un momento económico tan delicado, los países ricos pueden y deben ayudar a los pobres. No podemos favorecer el ahorro a corto plazo y permitir un desastre a largo plazo”, asegura el portavoz de Intermón Oxfam.

Información para periodistas
El cambio climático ya está teniendo un impacto negativo en la vida de millones de personas pobres alrededor del mundo. En Uganda, los patrones imprevisibles del clima constituyen una lotería para la siembra, al arriesgarse a perder sus semillas arrastradas por lluvias torrenciales o por las frecuentes sequías. En Bangladesh, los crecientes niveles de las inundaciones se están llevando cosechas y casas. La salinización de la tierra está haciendo cada vez más difícil cultivar y el agua es menos segura para beber. Para más ejemplos, visite:http://wordsandpictures.oxfam.org.uk/ y escriba climatechange08 en los espacios para username y clave (password).