Irene Villa reivindica una Navidad de valores humanos y familiares
17/12/2010 - 21:22
Irene Villa fue hoy la pregonera de excepción de la Navidad en Guadalajara. En la capilla de la iglesia de El Carmen, la joven periodista, una de las figuras más queridas por la población, pronunció un esperanzador mensaje que arrancó un sonoro aplauso entre los asistentes al acto, entre los que se encontraban miembros de Fundación Siglo Futuro, los organizadores, y autoridades políticas, como el alcalde capitalino, Antonio Román, entre otros.
A pesar de su juventud, Irene Villa se encuentra entre ese grupo de personas que destila paz interior cuando habla. ETA la obligó a madurar demasiado rápido y, sin quererlo, a reconvertir lo que debía haber sido odio en perdón y fortaleza. De hecho, la periodista señaló que no alberga un ápice de resentimiento en su corazón. No sirve de nada. Para ella, sentir miedo supone una barrera que no permite avanzar en la vida. Por eso lo desterró hace años para sustituirlo por el afán de superación, por la búsqueda de nuevos retos. Entre ellos se encuentran los deportes, donde ha destacado considerablemente en los últimos tiempos. La Fundación de Deporte Adaptado la ha ayudado a ella, como a muchas personas con algún tipo de discapacidad, a superarse a sí misma y a practicar deportes como el esquí, el buceo, el ciclismo o el piragüismo. Una medalla en los campeonatos de Cataluña de Esquí Alpino Adaptado, entre otras, avalan su dedicación y éxito deportivo.
Irene Villa aprovechó esta tarde para volver a exaltar los valores que nos hacen más humanos, ofreciendo una importante lección al tratarse de una persona que ha sufrido gratuitamente las consecuencias de la violencia terrorista. A pesar de todo, ella nunca se ha sentido una víctima.
El perdón ha sido siempre la clave de su vida puesto que siempre ha sido consciente de que perdonar a quienes trataron de asesinarla era la fórmula para que su interior encontrara la paz y pudiera evolucionar como persona. De lo contrario, estancarse en el odio hubiese supuesto para ella un freno insalvable para su propia felicidad. Si no buscas culpable te ahorras tener que odiar, apuntó en este sentido.
Inmune al desaliento
La única derrota es el desaliento, asegura la periodista. Sólo éste consigue acabar con la inmensa capacidad del ser humano de superarse a sí mismo y las adversidades más cruentas. Por eso, frente a los presentes, señaló que los obstáculos nos sirven para progresar con más fuerza, sabiduría y madurez. Pore so, agregó, mira al frente, ten valor y jamás te rindas, ese es mi sino.
Para Irene Villa, la Navidad es tiempo de ilusionarse y de practicar más que nunca valores como la generosidad, el amor y la bondad. Quizá de esta manera pueda reinterpretarse la crisis económica que tanto está destruyendo para reconstruir nuestro interior, con la humildad, la gratitud y el amor. En estas fiestas más que nunca debemos dibujar una sonrisa permanente, agregó, para acabar ensalzando a la institución de la familia como origen del éxito personal y profesional y desear una feliz Navidad a toda Guadalajara.
El broche de oro a la velada lo puso la Orquesta de Pulso y Púa de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, que interpretó unos villancicos populares para todos los asistentes.
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Irene Villa aprovechó esta tarde para volver a exaltar los valores que nos hacen más humanos, ofreciendo una importante lección al tratarse de una persona que ha sufrido gratuitamente las consecuencias de la violencia terrorista. A pesar de todo, ella nunca se ha sentido una víctima.
El perdón ha sido siempre la clave de su vida puesto que siempre ha sido consciente de que perdonar a quienes trataron de asesinarla era la fórmula para que su interior encontrara la paz y pudiera evolucionar como persona. De lo contrario, estancarse en el odio hubiese supuesto para ella un freno insalvable para su propia felicidad. Si no buscas culpable te ahorras tener que odiar, apuntó en este sentido.
Inmune al desaliento
La única derrota es el desaliento, asegura la periodista. Sólo éste consigue acabar con la inmensa capacidad del ser humano de superarse a sí mismo y las adversidades más cruentas. Por eso, frente a los presentes, señaló que los obstáculos nos sirven para progresar con más fuerza, sabiduría y madurez. Pore so, agregó, mira al frente, ten valor y jamás te rindas, ese es mi sino.
Para Irene Villa, la Navidad es tiempo de ilusionarse y de practicar más que nunca valores como la generosidad, el amor y la bondad. Quizá de esta manera pueda reinterpretarse la crisis económica que tanto está destruyendo para reconstruir nuestro interior, con la humildad, la gratitud y el amor. En estas fiestas más que nunca debemos dibujar una sonrisa permanente, agregó, para acabar ensalzando a la institución de la familia como origen del éxito personal y profesional y desear una feliz Navidad a toda Guadalajara.
El broche de oro a la velada lo puso la Orquesta de Pulso y Púa de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, que interpretó unos villancicos populares para todos los asistentes.
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