Javier Urra habló sobre las conductas que unen y separan a padres e hijos

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Javier Urra.
Por: MAR GATO. MADRID
La puesta en marcha de un debate sobre las conductas infantiles y juveniles requería la presencia en Guadalajara de todo un experto en estas lides, Javier Urra, quien adentró y no defraudó a los presentes que se dieron cita anoche en el salón de actos del campus universitario.
Las actuales conductas infantiles y juveniles propiciaron ayer el interesante debate que se originó en la primera de las conferencias adscritas al tercer ciclo Medicina y Salud Pública promovida por la Fundación Siglo Futuro e inaugurada para la ocasión por el que fuera el primer Defensor del Menor, Javier Urra, navarro de nacimiento pero con alguna que otra orgullosa raíz alcarreña, llámese Alcolea del Pinar, su segunda patria desde hace 31 años, y “donde escribo, leo, paseo y donde más hablo con gente que no sabe de psicología”, avanzó antes de entrar en el abarrotado auditorio, con presencia de ilustres autoridades políticas, como la diputada de Cultura, María Jesús Lázaro; la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara, Isabel Nogueroles; y el delegado de Sanidad, Juan Pablo Martínez Marqueta, encargado de dar pie a la conferencia.
Con una fácil y amena palabra Urra logró enganchar y meterse en el bolsillo al expectante público que se congregó en el salón de actos del campus universitario, afortunados testigos de un interesante coloquio que iniciaría con una pequeña crítica a los medios de comunicación, que suelen centrar las noticias referidas a los jóvenes en cuestiones como la violencia, el botellón o la anorexia, “solo una parte de la verdad”. Sin embargo, “no es ésa toda la juventud. La juventud también estudia, trabaja, tiene su pareja, está motivado y tiene sus ilusiones”, apostilló. También referido a los medios de comunicación, Urra se mostró favorable a que los jóvenes participen en ellos para que expliquen sus problemas, impresiones o dudas, aunque sin llegar al uso o abuso que pudieran padecer por parte de ellos, frecuente en los que parecen haber perdido toda moralidad.
Tras adentrar a los presentes en la relación actual de medios y jóvenes, Urra abordó los dos tipos de juventud que pueden darse hoy día. Una primera, encantadora y preparada, con idea poliédrica, pero a la que le preocupa el aspecto tribal. “Hay mucha gente que lee siempre el mismo periódico, escucha siempre la misma radio y ve siempre la misma televisión; eso no debe ser para los jóvenes, que deben de tener una amplitud de miras”. También habló de la falta de respeto y autoridad, de la palabra esfuerzo y voluntad, el contacto con la naturaleza, la práctica del deporte, el sentido de la trascendencia, apoyándose para ello en tres pilares esenciales: el lenguaje, el sentido del humor y qué es la muerte y enfermedad para los jóvenes y los no tan jóvenes.
Como contraposición a los anteriores Urra abordó la juventud peligrosa, aquella en la que se sitúa el chaval hedonista, muy machista, y que está rebrotando actualmente; chicos con ideas clientelares tales como “mi profesor está ahí porque mi padre lo paga o mi padre es un cajero automático”; chicos, en definitiva, tiranos, solo comprensibles en sus acciones desde el punto la psicología.
De su último libro, ¿Qué ocultan nuestros hijos?, un informe que cuenta los secretos de los adolescentes y callan los padres, según reza en el subtítulo y en el cual recoge 5.000 respuestas de padres e hijos, se desprenden dos preocupaciones importantes: el alcohol en los jóvenes, masivo en los fines de semana y que está llevando a embarazos no deseados, accidentes de tráfico, hechos violentos puntuales y graves; y las separaciones mal llevadas, que empiezan a ser mayoritarias, y que dan lugar a regímenes de visitas contraproducentes y actuaciones parentales fuera de toda norma moral, algo sobre lo que habrá que reflexionar.