Jesús Orea presenta el libro '125 Luces de bohemia'

09/03/2011 - 12:15 Redacción

 
El acto de presentación del libro “125 Luces de bohemia”, de Jesús Orea, tendrá lugar esta tarde a las 20.00 horas de esta tarde en la Sala Tragaluz del Teatro “Buero Vallejo”. El acto será presidido y abierto por el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, y en él está previsto la intervención del director general de El Decano de Guadalajara, editor y prologuista de la obra, Santiago Barra; el diseñador y maquetador del libro, Fernando Toquero; el fotógrafo, Luis Barra, y el autor. También estará presente en el acto Javier Borobia, colaborador determinante y muy especial para la edición del libro.
“125 Luces de Bohemia” es una recopilación de 125 artículos periodísticos, seleccionados de entre los 755 que publicó en el periódico “Flores y Abejas”/”El Decano de Guadalajara”, entre abril de 1985 y julio de 1999, bajo la cabecera de “Luces de bohemia”, tomada prestada de la obra del mismo nombre, de la que es autor Ramón María del Valle Inclán, un literato de cabecera y de referencia para mi. En “125 Luces de bohemia” hay bastante periodismo y no poca literatura, siempre con la tierra y las gentes de Guadalajara como paisaje y figuras.
   En “125 Luces de bohemia” se pueden encontrar desde “personajes en persona”, como Buero Vallejo o Ramón de Garcíasol, a paisajes y momentos estelares de la tierra, como una albada en el Alto Tajo, una nevada en las Serranías o una atardecida en la Alcarria. También se pueden hallar guardilones en los que se desempolvan costumbres y tradiciones, biografías íntimas de la ciudad de Guadalajara y reflexiones sobre la tierra y sus ciclos.
  Estas “125 Luces de bohemia”, y las 630 más que no están recogidas en este libro, fueron escritas en los últimos 15 años del siglo XX, pero en ellas no sólo se reflejan esos años y algunos de los hechos más significativos que en ellos acontecieron, sino fundamentalmente el tiempo precedente, cuando la emigración masiva, que tuvo lugar entre los años cincuenta y ochenta, desde el medio rural al urbano, diezmó a los pueblos de la provincia e hizo crecer a la capital –poco a poco, eso sí-, perdiéndose, en ese trasiego de gentes, cultura material y memoria colectiva a espuertas.