Kasparov impugnará en la calle la elección “ilegítima” de Medvedev

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: COLPISA
El ex campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov, uno de los más acérrimos opositores en Rusia, afirmó en una entrevista su determinación de impugnar en la calle la elección "ilegítima" de Dmitri Medvedev, sucesor designado del presidente Vladimir Putin, tras los comicios del 2 de marzo.
"El 3 de marzo, organizaremos dos marchas de desacuerdo, en Moscú y San Petersburgo", explicó Kasparov durante un desplazamiento a Sochi, en el marco de una contracampaña ignorada por los medios, que dan en cambio gran espacio a las giras de Medvedev por el país.
Los miembros de su movimiento, "La Otra Rusia", saldrán a la calle al grito de "Abajo la monarquía y la sucesión". "El poder tiene miedo de cualquier forma de contestación, por muy débil que sea", aseguró Kasparov, que pasó cinco días en la cárcel después de una marcha similar a finales de 2007. "Un poder fuerte no teme la discusión política. Un poder fuerte no teme lo que vaya a decir un Kasparov. Un poder fuerte no hace venir fuerzas especiales de todo el país para reprimir una manifestación".
Lleva tres años metido en política, jugando al ratón y al gato con las autoridades. Sus desplazamientos a regiones están jalonados de pequeños incidentes, alquileres de salas anulados a última hora o cortes de corriente eléctrica. Kasparov acusa a las autoridades de haber hecho todo lo posible para bloquear su candidatura a la presidencia, al tiempo que asegura que "prosigue las negociaciones" para conseguir el apoyo de una parte de los comunistas y liberales del SPS y Iabloko.

Hibernación
Garry Kasparov, cuya energía contrasta con la hibernación que parecen vivir los otros opositores, reconoce que la oposición sólo tendrá una oportunidad en caso de "crisis". "Existe una gran inercia hoy en día en la sociedad", reconoce Kasparov, quien deplora "la ausencia de una verdadera esperanza en la sociedad", lo cual permite que el "prestidigitador" Putin ostente una popularidad "artificial", a base de "intensa propaganda televisada", asegura.
"Pero Rusia es un país de extremos. Todo está tranquilo y de repente 500.000 personas salen a la calle", argumenta el ex ajedrecista. Aquí se trata de "mostrar que la oposición no se resigna a la lógica de la marginación", explica Kasparov, "dulce soñador", según algunos, que se niega a dejarse abatir y que estos últimos meses alterna conferencias en países occidentales y reuniones confidenciales en Rusia. Dice que no cree en "el mito de un Medvedev libéral", "destinado a Occidente", y en caso de crisis teme "represiones duras". A finales de marzo, espera reunir en Moscú una "Asamblea Nacional" disidente, con comunistas y liberales: "Se trata de doblar el trabajo del Parlamento, reducido a una cámara de registro", y "mostrarle a la gente que el sistema puede ser reconstruido partiendo de cero", explica.

Kremlin, centro de poder
El presidente Vladimir Putin se apresta a entregar las llaves del Kremlin, centro del poder desde el tiempo de los zares, que podría perder algo de prestigio si el mandatario saliente se instala en la residencia del primer ministro, la Casa Blanca, tras la probable elección de su delfín Dimitri Medvedev el 2 de marzo. Célebre por sus cúpulas doradas visibles tras sus elevados muros rojos, sus iglesias ortodoxas construidas por arquitectos italianos y sus salones de gala, el Kremlin, que también alberga antiguas salas de torturas, es todo un símbolo. Sus inquilinos han guardado de él recuerdos muy dispares.