La Alcarria total

16/05/2021 - 11:11 José Serrano Belinchón

  Guadalajara no puede quedarse atrás, por cuanto a interés turístico y cultural se refiere, del panorama general de las tierras de España.

Son tres las provincias españolas que dan forma a la comarca alcarreña: Guadalajara, Cuenca y Madrid, pero es sabido que Guadalajara cuenta, sobre las otras dos, con el título de la Alcarria; en primer lugar porque ocupa un espacio mayor sobre el terreno de la comarca en su conjunto, por encontrarse la capital de la provincia dentro de los límites de esa comarca, y por que sus características peculiares, tanto geográficas como climatológicas, tienen su representación más auténtica dentro de esta provincia. Sería muy ilustrativo un estudio sobre la Alcarria toda, inmortalizada por Cervantes como producto de sus entrañas, al que en su honor los aires puros de la Alcarria pudieron bajar hasta las vegas del Henares para celebrar su nacimiento. Si amigos, el autor de “El Quijote”, por cuanto a la comarca geográfica de su nacimiento, fue el más importante personaje de la Historia que han dado estas tierras.

            Guadalajara no puede quedarse atrás, por cuanto a interés turístico y cultural se refiere, del panorama general de las tierras de España. Tengo la impresión de que el turismo de sol y playa va cediendo espacio al turismo cultural de tierra adentro, y así, unido a los muchos motivos que ofrece nuestra capital como para venir a verla, a la originalidad y al bucolismo de nuestras sierras, a la sorpresa que supone darse una vuelta por los pueblos que conforman el señorío de Molina, hay que añadir con total merecimiento los paseos por la Alcarria como aula incomparable de interés cultural: Pastrana, Brihuega, Cifuentes, Sacedón, Tendilla, Mondéjar y su entorno vinatero, palacios, castillos, monasterios, ferias y fiestas, iglesias y museos…, razón permanente como para captar el interés de los que nunca anduvieron por aquí, a no ser en viaje de paso por la principal de nuestras carreteras y vías del ferrocarril, que, como bien se sabe, fueron trazadas por sitios y paisajes por los que nada hay que ver, ni sospechar siquiera.

            Conviene detenerse y dedicar algo de nuestro tiempo para gozar del buen paño que se ofrece en el arca repleta de sensaciones que es la Alcarria en su conjunto, y habría que hacerlo comenzando por nosotros mismos, por los que vivimos aquí. Conviene fomentar, a la par que el turismo nacional o el regional como más nuestro, el turismo provincial, tan interesante, tan original y tan diverso, hasta conseguir que un molinés de Alustante no se sienta extraño en las calles de Uceda, que un Montejano se encuentre identificado con Milmarcos o con la Sierra de Pela, y viceversa.