La Alcarria y Almeria, con un denominador común, la buena gente
26/02/2016 - 23:00
En primer lugar, quiero manifestar mi gratitud a las gentes de esta provincia, por la acogida que me han dispensado y mi reconocimiento a la solidaridad que han demostrado a lo largo de varias décadas con los pueblos del levante y sur de España.
Me refiero al agua procedente del trasvase Tajo-Segura.
En mí recorrido por esta bonita tierra, llego a Sacedon donde me encuentro con la patética sorpresa de ver el pantano de Entre-Peñas casi vacío.
Ahora viene mi reflexión y para centrarme en el fiel de la balanza, me sitúo en dos lugares:
Primero: en el sur de España, concretamente en Almería donde resido y he ejercido mi profesión durante cuarenta años.
Almería y su provincia es una realidad, que para un creyente se trata de un milagro, aunque dicho milagro no provenga de actuaciones divinas, si no del esfuerzo de tantas y tantas personas que tuvieron que emigrar a Europa y con su trabajo y ahorro, pudieron regresar e invertir en un proyecto que se ha hecho realidad.
Nada más que en Almería y provincia existen 40.000 ha de invernaderos, la extensión junta más grande del mundo invernado, cubierto de plástico, panorama que se divisa desde las naves espaciales y se le ha puesto el nombre ¡! Mar de Plàstico ¡!.
Donde en cuarenta años se ha desarrollado debajo de las cubiertas de polietileno ; eso no se ve desde los satélites; una cultura adquirida por hombres y mujeres, con callos en las manos, pero manejando el ordenador dentro de cada explotación, donde controlan la conductividad, el pH del agua, el drenaje, la humedad, los aspectos tantos cualitativos como cuantitativos de los fertilizantes, la entrada de luz solar para la perfecta maduración de las cosechas etc.etc ¡ UNA MARAVILLA!.
Pues bien, como decía al principio y situado como observador en el sur de España y defendiendo la situación y por qué no decirlo con un poco de pasión, no se llega a entender muy bien desde allí, como la actitud de las gentes de la cabecera del Tajo son poco solidaria al negar el preciado liquido y negarse al trasvase.
Segundo: ahora situándome como observador en el pretil del pantano que regula el agua hacia el Segura y viendo la situación hídrica tan escasa, hay que entender perfectamente a los que se niegan al trasvase ya que no hay agua ni para ellos, por eso y siendo objetivos, se cumple aquello: nadie puede dar lo que no tiene.
De aquí, se puede deducir un análisis cuyo criterio sensato sería:
los trasvases solo se pueden hacer cuando haya excedente y punto.
Claro está este razonamiento no lo compartirán mucha gente del sur y del levante Español, como me pasaba a mí, pero a estas personas los invitaría que vieran la situación actual de cómo se encuentra el vaso, por lo tanto no es un problema de solidaridad entre dos regiones si no político, las malas actuaciones en cuestiones hídricas han dado como resultado este desequilibrio tan enorme en cuestión de reparto de agua.
Nada de engaños políticos, que solo contribuye a enturbiar el agua.
Como la desastrosa y corrupta política de las desaladoras para el levante español, que se opuso al trasvase del Ebro, donde allí si se pierden por el delta, millones y millones de litros de agua al mar, donde se ha privado a una región tan prospera del preciado liquido.
Donde los políticos desde las cafeterías y ventanas de la Castellana no pueden ver los cuarenta mil camiones de alto tonelaje que salen de esa región en cada campaña con dirección a europa, donde se les niega cualquier solución capaz de mitigar la carencia de agua.