La ampliación de Casa Nazaret permitirá superar los 10.000 atendidos en 2009

El restaurante solidario que Cáritas y Accem han habilitado en la planta baja del nuevo edificio construido junto a Casa Nazaret reparte cada día, desde hace ya cerca de un mes y medio –cuando empezó a funcionar una vez obtenidas las licencias necesarias–, entre 60 y 65 comidas a las personas más desfavorecidas de la capital, las que no tienen qué llevarse a la boca. Además, otras 15 familias –con miembros menores– acuden también diariamente a buscar sus tuppers para comer en sus propias viviendas, y otras tantas hacen sus compras en el supermercado solidario, otro de los servicios puestos en marcha, que vende alimentos a precios más asequibles para estos bolsillos, los más sacudidos por la crisis económica, como ayer explicó el vicario de Pastoral Social de la Diócesis y también principal propulsor de este gran proyecto social, Braulio Carlés, que inauguró parcialmente –la planta baja y la primera– las nuevas instalaciones junto al obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, y los representantes de las tres administraciones, el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, la presidenta de la Diputación provincial, María Antonia Pérez León, y el consejero de Salud y Bienestar Social de la Junta de Comunidades, Fernando Lamata, que además han prestado su aportación económica y su apoyo al proyecto.
“Nos queda todavía bastante espacio al que todavía no le hemos podido dar el uso adecuado por falta de presupuesto”, explicó el obispo, quien dejó abierta “la posibilidad de que sigáis ayudándonos”. Y es que el nuevo edificio levantado junto a Casa Nazaret tiene el objetivo de ser una prolongación de éste, un complejo que ha cumplido diez años de acción social y que atendió el pasado 2009 a 10.000 personas en sus distintos servicios –articulados por las organizaciones que se dan cabida en él–, quedándose pequeño para seguir dando respuesta a todas las necesidades de los más desfavorecidos de la ciudad, no sólo inmigrantes, como destacó Carlés, sino también muchos autóctonos, como también recordó el alcalde de la ciudad.
Por ello, las nuevas instalaciones no sólo constan de comedor social y supermercado solidario –que en realidad fueron una modificación en el proyecto ideada al ver el incremento de la demanda de estas ayudas básicas en 2008–, sino que dispondrá de aulas de formación y otros servicios orientados a ofrecer a estas personas “una respuesta integral: una respuesta a las necesidades básicas, y juntamente con esto, una respuesta formativa y de integración”, subrayó el vicario.