La Asociación contra el Cáncer ofrece consejos para evitar los perjuicios del sol
01/10/2010 - 09:45
Por: BEATRIZ PARIENTE
Aprovechar las oportunidades de diversión que ofrece el verano sin que el sol suponga un riesgo para la salud es la idea que trasladó la delegación alcarreña de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) mediante la celebración de una sesión informativa protagonizada por una dermatóloga, Esther de Eusebio, y una farmacéutica, Ana Car.
La presidenta del colectivo, Petri Arenas, incidió en la importancia de ponernos a salvo de los efectos nocivos del sol, máxime en una época en la que han aumentado considerablemente los tumores cutáneos. La dermatóloga argumentó que la prevención es el mejor tratamiento posible frente a la incidencia del cáncer de piel, el más frecuente en los humanos. De hecho, la mitad de las personas mayores de 65 años desarrollarán un cáncer de piel a lo largo de su vida y uno de cada cuatro sufrirá más de uno.
Las causas de estos tumores se hallan en la propia genética del individuo y, también, en su actitud frente al sol. El origen genético no puede modificarse, pero sí es posible erradicar el valor añadido que supone la exposición sin protección al sol como causa de los tumores. En esto tiene mucho que ver la aparición de carcinomas basocelurares, los menos graves; carcinomas epidermoides, de mayor envergadura; y los melanomas, tumores malignos potencialmente letales que parten de lunares sospechosos y que, además de agresivos, siguen un proceso imprevisible que hace que, en estadios avanzados, los tratamientos sean ineficaces.
Tras la intervención de la dermatóloga del Hospital Universitario, centrada en la relación entre la exposición solar y el cáncer, la farmacéutica se encargó de describir los seis fototipos de piel existentes, desde el más frágil al más resistente al sol, y de detallar qué tipo de fotoprotectores pueden utilizarse en playas, piscinas o, simplemente, en los paseos por la calle. Además de una crema solar adecuada al tipo de piel, de su aplicación regular y previa a la exposición, la farmacéutica recomendó usar gafas homologadas, evitar las sesiones de rayos UVA y recordar que el sol produce quemaduras, alergias y envejecimiento prematuro.
Las causas de estos tumores se hallan en la propia genética del individuo y, también, en su actitud frente al sol. El origen genético no puede modificarse, pero sí es posible erradicar el valor añadido que supone la exposición sin protección al sol como causa de los tumores. En esto tiene mucho que ver la aparición de carcinomas basocelurares, los menos graves; carcinomas epidermoides, de mayor envergadura; y los melanomas, tumores malignos potencialmente letales que parten de lunares sospechosos y que, además de agresivos, siguen un proceso imprevisible que hace que, en estadios avanzados, los tratamientos sean ineficaces.
Tras la intervención de la dermatóloga del Hospital Universitario, centrada en la relación entre la exposición solar y el cáncer, la farmacéutica se encargó de describir los seis fototipos de piel existentes, desde el más frágil al más resistente al sol, y de detallar qué tipo de fotoprotectores pueden utilizarse en playas, piscinas o, simplemente, en los paseos por la calle. Además de una crema solar adecuada al tipo de piel, de su aplicación regular y previa a la exposición, la farmacéutica recomendó usar gafas homologadas, evitar las sesiones de rayos UVA y recordar que el sol produce quemaduras, alergias y envejecimiento prematuro.