La Asociación de Municipios Ribereños pide el Plan de Cuenca del Tajo

02/01/2012 - 12:04 Redacción

 
   Durante los últimos días se están produciendo una serie de noticias relacionadas con el agua, que nos afectan directamente y ante ellas queríamos expresar una serie de consideraciones que son importantes.


  En primer lugar, manifestar que el nuevo gobierno debe coger el toro por los cuernos y sacar adelante el Plan de Cuenca del Tajo. Este debe ser el punto de partida porque con el Plan de Cuenca se acabarán todas las disquisiciones y debates que se producen y se acallarán todas aquellas voces que están tratando de esquilmar la cabecera del Tajo en su propio provecho. Además es una obligación que tiene el gobierno de España en virtud de la Directiva Marco del Agua, y que se ha incumplido hasta ahora. Este incumplimiento está suponiendo un gasto al Estado español ya que la Unión Europea lo ha sancionado por ello.

  Insistiendo, el Plan de Cuenca del Tajo ya ha salido a la luz pública a través de la Confederación Hidrográfica del Tajo, por mucho que se hablase posteriormente de anteproyecto, y es un documento que realizado por los técnicos de la CHJ viene a demostrar un hecho incuestionable y que debe ser el punto de partida y de llegada del Plan en su redacción definitiva. El hecho determinante es que en la cabecera del Tajo los aportes hidrológicos han descendido a la mitad de lo que eran cuando se concibió el Trasvase Tajo-Segura y es imposible seguir trasvasando agua sin secar definitivamente los pantanos de Buendía y Entrepeñas.

  Como dato significativo decir que tras varios años hidrológicamente excelentes sólo se encuentran a un 40 % de su capacidad. Cuando vengan los años de sequía, que tozudamente se producen en España, ¿Dónde estarán las reservas? No existirá agua para trasvasar ni para otros menesteres. Porque existen otras muchas necesidades que desde Levante, obviamente, no se quieren ver, pero que el gobierno si debe tener en cuenta porque conoce las necesidades globales.

  En primer lugar existe la necesidad de desarrollo de los pueblos de cabecera, que dependen del agua y no pueden ser empujados a la miseria y la despoblación. Existen las necesidades de agua de la cuenca cedente, Castilla-La Mancha, que tiene que abastecer poblaciones como Toledo o Talavera y mantener espacios protegidos como las tablas de Daimiel. Existen las necesidades de Extremadura.

  Existe la necesidad de Madrid, una Comunidad con más de 6 millones de habitantes que no cuenta con reservas y pertenece a la cuenca del Tajo, lo que la convierte asimismo en legítima demandadora de agua para el abastecimiento de su población. Existe la imperiosa necesidad de mantener el caudal ecológico del río Tajo, cuyas aguas están en pésimas condiciones de salubridad en algunos tramos y/o periodos.

  Y existe la necesidad de cumplimiento de Tratados Internacionales con Portugal al que se debe garantizar una caudal mínimo cuando el Tajo atraviese la frontera. Con todas esas necesidades y la notable disminución de aporte hídrico en cabecera, ¿dónde están los excedentes? ¿Cómo se van a garantizar las reservas en previsión de etapas de sequía? ¿Deben secarse definitivamente los pantanos de cabecera y desertizar todo la cuenca del Tajo? Quizá se piense que Toledo quedaría precioso en medio de un desierto, con sus camellos (por aquello de ciudades de tres culturas). Todas esas necesidades deben explicitarse en el necesario Plan de Cuenca del Tajo, y así lo queremos desde los pueblos ribereños de los embalses de Buendía y Entrepeñas.

  El gobierno debe trabajar en ello, siendo la CHT una Dirección General o siendo una Subdirección, porque los datos objetivos son tozudos, la CHT ya lo ha expresado, y los trasvases del Tajo al Segura se deben contemplar como un pasado que no se puede seguir considerando, porque no existe agua para trasvasar, si se quiere tener una mínima reserva de futuro. Pero nuestra solicitud más importante se dirige a la Presidenta de Castilla_La Mancha para que su defensa del agua adopte la contundencia que se requiere.

  La rotunda protección del agua, de nuestra supervivencia en cabecera y de los intereses de nuestra región sólo será efectiva si se establece a través de un nuevo estatuto de Autonomía que sea la garantía de que no se puede despojar nuestra región de una de sus fuentes de riqueza. Si desde el Gobierno central o desde la Presidencia de nuestra comunidad no se protege debidamente la reserva de agua en los embalses de Entrepeñas y Buendía, tendrán la responsabilidad inmediata de la desaparición o el agotamiento de nuestros pueblos, la puesta en riesgo del abastecimiento de agua para el consumo humano a la propia cuenca del Tajo y el deterioro ecológico del propio río. Las necesidades de otras zonas, evidentes, habrán de solucionarlas por otras vías, que no sean parasitar nuestra zona ya muy empobrecida.