La batalla de Guadalajara

11/03/2017 - 13:21 Jesús de Andrés

Las batallas de Brihuega y Villaviciosa (1710) y la de Guadalajara (1937), son un extraordinario patrimonio en torno al cual debería diseñarse una ruta sobre las batallas de Guadalajara.

El 8 de marzo de 1937 dio comienzo la que ha pasado a la historia como “La batalla de Guadalajara”. Durante dos semanas combatieron por tierras de la Alcarria, la Serranía y el valle del Badiel las unidades italianas del Corpo Truppe Volontarie y la División Soria del general Moscardó, por un lado, contra el recién formado Ejército del Centro republicano, por otro. Casi cuarenta mil soldados italianos, con sus poderosas unidades motorizadas, rompieron el frente que delimitaba la línea entre Hiendelaencina y Abánades avanzando en una operación relámpago que intentaba llegar a las puertas de Madrid. Sin embargo, la reacción del ejército republicano, aliado con la nieve, la lluvia y el barro, consiguió frenar y repeler el intento. Atascadas en la carretera de Zaragoza, debilitadas y ateridas de frío, las tropas italianas fueron blanco fácil para la aviación. El desprestigio para Mussolini fue enorme y Guadalajara se convirtió en símbolo de la derrota del fascismo. Tanto es así que, unos años después, en agosto de 1944, cuando las tropas aliadas liberaron París de la ocupación nazi, el primer tanque que se adentró en sus calles tenía por nombre Guadalajara.
    Tal día como hoy, hace ochenta años, miles de hombres perdían la vida por tierras de Trijueque, Gajanejos, Ledanca, Almadrones, Masegoso o Brihuega, luchando por sus ideales, por intereses que les eran ajenos o simplemente arrastrados por los avatares de una historia que no acababan de comprender. Ocho décadas son tiempo suficiente como para abordar aquellos hechos con objetividad y rigor, sin sentimentalismos identitarios. Es sin duda el momento de recuperar ese patrimonio cultural que a todos pertenece.
    Hoy visita Sigüenza un brillante escritor, Juan Eslava Galán, jienense, con más de cincuenta libros –entre novelas y ensayos- a sus espaldas, premio Planeta en 1987 por En busca del unicornio. Eslava Galán fue inspirador hace años de la Ruta de los Castillos y las Batallas puesta en marcha por la Diputación de Jaén, que en 2006 dio lugar al Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa. Si no lo han visitado, en Santa Elena, pasado Despeñaperros, se lo recomiendo. En torno a las batallas de Bailén (1808) y Las Navas (1212), y a los numerosos castillos de la Reconquista, Jaén ha sabido aprovechar el potencial turístico que tiene la historia.
    Las batallas de Brihuega y Villaviciosa (1710) y la de Guadalajara (1937), son un extraordinario patrimonio en torno al cual debería diseñarse una ruta sobre las batallas de Guadalajara y levantarse un centro de interpretación o un museo. Los restos arqueológicos en aquellos pueblos donde estuvo asentado el frente, o fortificaciones especiales como la Posición Saldón en Yebes (búnker del IV Cuerpo de Ejército republicano) no sólo deben conservarse sino que suponen todo un capital por explotar.