La Biblioteca de Investigadores incorpora 982 nuevos documentos

Los fondos, compuestos fundamentalmente por libros, legajos y octavillas impresas, han sido recopilados durante más de 20 años por el librero, que, aunque de origen guadalajareño, lleva afincado desde hace dos décadas en el madrileño municipio de El Escorial, donde ha ejercido su tarea de librero de viejo, como se conoce al oficio de recopilación de libros antiguos.
De los 982 documentos, más de la mitad –439– son ejemplares raros y de difícil localización en el mercado, entre los que figuran una docena de títulos del siglo XVII, 27 del siglo XVIII, 143 del siglo XIX y 174 publicados en las tres primeras décadas del siglo pasado. Todos estos fondos “formarán parte de ese vagaje de investigación de la provincia de Guadalajara”, anunció Pérez León en presencia de la diputada de Cultura, María Jesús Lázaro, y parte del equipo que conforma el Servicio de Cultura de la Diputación, encabezado por el jefe del área, Plácido Ballesteros.
La importancia de los fondos viene referida en el informe técnico de adquisición elaborado por el Servicio de Cultura, en el que se indica que actualmente “no existe un conjunto de publicaciones de estas características que pueda ser comparable al ofrecido”, tal y como se encargó de desvelar la propia Pérez León.
Quizá por ello la presidenta provincial hizo más que obligatorio y necesario agradecer expresa y públicamente a Salvador Cortés su generosidad al ceder su colección bibliográfica por una cantidad muy inferior a la que podría alcanzar la comercialización individual de los títulos. De hecho, 185 de estos documentos se han transferido de forma totalmente gratuita.
La operación se ha cerrado finalmente en 45.000 euros, tres veces menos del valor que podría haber adquirido en el mercado bibliográfico, cuestión que no parecía importarle al susodicho librero, quien confesaba que su actuación respondía únicamente a su deseo de que “mi biblioteca de temas de Guadalajara se quede en mi tierra”, el lugar en el que nació y pasó parte de su infancia.
“Esta cesión la hago con mucho gusto a la Diputación provincial. Nunca hubiera consentido que se dispersara mi biblioteca”, razón ésta que justifica la venta a un precio más que interesante su colección bibliográfica al completo; un fondo que ya empezó a forjar incluso antes de dedicarse profesionalmente a las labores de librero con la recopilación de todo papel manuscrito y libro impreso que caía en sus manos sobre la provincia de Guadalajara. El resto de fondos los aglutinaría en el ejercicio de su oficio, en el que se valió de muchos contactos. Con todos ellos ha llegado a crear una biblioteca de suma importancia en cuanto a rarezas se refiere.

Colección unida
En contraprestación a la generosa cesión realizada por Salvador Cortés, la Biblioteca de Investigadores garantizará a partir de ahora la conservación de los documentos, evitando su dispersión y dándolos a conocer entre los ciudadanos, como es el deseo del que ya es su antiguo propietario.
Entre los ejemplares más destacados se encuentran los títulos La historia de la milagrosa imagen de Nuestra Señora de Monsalud y Estatutos, reglas de puntar y gobierno del coro y el cabildo de la santa iglesia catedral de Sigüenza, ambos del siglo XVII; Breve compendio de geografía universal, utilizado por los seminaristas de Sigüenza en el siglo XVIII; Gramática de la lengua latina, escrito por un maestro de la villa de Atienza, Cipriano López González, y datado en 1788; o el Tratado de las aguas termales de Trillo, escrito bajo la dirección de Miguel María de Nava por Casimiro Ortega, profesor de botánica.
A estos títulos se añaden una serie de carteles de toros, programas de teatro y folletos explicativos, documentos curiosos que también guardan un importante interés para la investigación histórica, etnográfica o de costumbres.
“Estas aportaciones nos permitirá conocer un poco más nuestra historia”, apostilló Pérez León.

Un segundo eslabón de unión
Este acuerdo no será ni el primero ni el último que se producirá entre Salvador Cortés y la Diputación provincial de Guadalajara. Según desveló Pérez León ya se han iniciado las negociaciones con el librero para hacer efectiva una próxima cesión de documentos, esta vez manuscritos, para el próximo año.
De esta nueva operación poco se conoce: ni el número aproximado de documentos en cesión ni la cuantía que podría ascender la misma. Lo que sí se sabe es que la gran mayoría son inéditos. De entre ellos destaca, según desveló el propio propietario de los mismos, una historia inédita de la villa de Atienza; el acta original de visita del monasterio de Sopetrán en la desamortización, donde vienen detallados los bienes muebles; algunas bulas y cartas reales dirigidas a la fundación del desaparecido Hospital de Santa Ana de Guadalajara; o dos legajos pertenecientes a la familia Dávalos.
Serán éstos sólo muestras de un importante número de documentos que se someterán ahora a un proceso de listado y clasificación con el fin de concretar los nuevos puntos del futuro acuerdo entre Salvador Cortés y la Diputación provincial de Guadalajara.