
La buena salud de la Publicidad Exterior en Castilla-La Mancha
Un medio que mantiene una fuerte presencia comercial en los grandes núcleos urbanos de la Región
Desde hace años algunos agoreros venían dando por amortizada la publicidad exterior en general y en particular en Castilla-La Mancha, ante la ola imparable del ecosistema digital y sus múltiples formatos publicitarios. Un entorno que se mantiene pero que no ha conseguido quitar de nuestras calles, autovías, plazas, accesos y salidas estos grandes escaparates publicitarios.
Lejos de esa realidad aventurada por muchos, la publicidad exterior no solo ha sobrevivido a ese tsunami en internet, sino que ha recobrado pulso y protagonismo en todas las ciudades de nuestra región, y ello se debe a la confianza que han vuelto a depositar las empresas, instituciones y todo tipo de anunciantes en estos soportes.
La sobresaturación publicitaria en internet ha generado un hartazgo en lectores y usuarios en muchos de los espacios de la red, lo que ha permitido ese renacer de la publicidad exterior, bajo diversas formas y presentaciones.
Vallas publicitarias, publicidad en los autobuses de Albacete, Cuenca, Ciudad Real, Toledo y Guadalajara, marquesinas y mupis son los soportes más habituales que forman parte del paisaje urbano de las cinco capitales de Castilla-La Mancha y a la vez la gran oferta de la publicidad exterior. Hay además otros modelos que son específicos de algunas de estas ciudades como el tren turístico y los relojes en Cuenca, también portadores de anuncios y mensajes publicitarios.
La publicidad exterior también ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, y ya existen soportes digitales, particularmente en el mobiliario urbano, que en algunos casos permiten que el usuario interactúe con el anunciante. Innovaciones que han multiplicado la atención del público a la vez que mejoran el recuerdo de las marcas.
Estas nuevas tecnologías han permitido incorporar la geolocalización y la interacción a través de los códigos QR. Y gracias a sensores y cámaras las campañas se pueden orientar por zonas, horarios y perfiles de usuarios lo que permite centrar el mensaje en cada público objetivo e incrementar la efectividad de la campaña.
Otro logro importante, es la medición en tiempo real. Instrumentos de análisis que permiten saber cuántas personas pasan junto a un soporte, tiempo de exposición o incluso su reacción. Unas prestaciones que acerca este tipo de publicidad a la dinámica de los medios online.
En definitiva, la publicidad exterior ha dejado de ser un anuncio estático para convertirse en un modelo de publicidad inteligente, creativa y conectada con el gran público.
Cabría destacar también las grandes ventajas que tiene frente al exceso de segmentación y al frío algoritmo.
En primer lugar, es accesible a todos los públicos, permite diseños y mensajes creativos y emocionales, alegra y da vida al paisaje urbano de pueblos y ciudades, pueden anunciarse las grandes marcas y también el comercio local. En segundo lugar, aporta una gran notoriedad y visibilidad a las marcas, puede cumplir con diversos objetivos comerciales como el lanzamiento de un nuevo producto, liquidación de un stock, una gran oferta, nueva imagen de una compañía, apertura de un negocio, y además es el gran refuerzo y complemento de las campañas de publicidad. Por último, hay que sumar los miles de impactos visuales que los distintos soportes de publicidad exterior generan cada día en las calles, plazas, carreteras, centros comerciales, polígonos industriales, fachadas de edificios, etc.
Y algo muy importante, no es una publicidad intrusiva y tiene un gran alcance en términos de audiencia.
Así en la primera ola del EGM de 2024 tuvo unos datos de alcance superiores a la televisión, y a finales del mismo año estaba a la par de este medio.
La prueba más contundente del gran papel que juega la publicidad exterior, es el protagonismo que tiene en la Feria de Albacete, el evento festivo y social más importante de Castilla-La Mancha. Una ciudad con 170.000 habitantes que logra concitar a 750.000 personas en el fin de semana ecuador de la Feria, y por la que pasan, según fuentes de la Policía Local, alrededor de 2,5 millones de personas cada año.
Vallas publicitarias, grandes pantallas dentro y fuera del recinto ferial, autobuses urbanos, marquesinas, mupis y lonas. La contratación de todo tipo de soportes se dispara durante los 10 días que dura el evento y en el que estos anuncios son los auténticos protagonistas, compitiendo por un espacio en este entorno las empresas locales, provinciales y nacionales.
¡¡En definitiva, hay publicidad exterior para mucho tiempo!!