La Caixa y Vasija firman un acuerdo de ayuda a ex tutelados
01/10/2010 - 09:45
Por:
BIENESTAR SOCIAL
Permitirá mejorar dos pisos de autonomía en la capital
La Obra Social La Caixa firmó ayer por la mañana, a las 12.00 horas y en el Centro de Prensa de la capital, un convenio de colaboración con la asociación Vasija para apoyar el proyecto de pisos de autonomía para los jóvenes ex tutelados. Este programa cuenta también con la financiación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y trata de ofrecer un apoyo residencial a los menores tutelados que al cumplir los 18 años tienen que dejar los hogares y vivir de forma autónoma.
A estos jóvenes se les ofrece continuar con una situación normalizada en una vivienda similar a un piso de estudiantes con un educador externo y el apoyo de la asociación Vasija, que hace la función de red familiar. A la firma de este convenio de colaboración, por un importe de 18.000 euros, asistieron Fernando Luis García Isidro, director de la oficina Guadalajara centro de La Caixa; María Trinidad Sánchez Sagrado como presidenta de Vasija; Juan Pablo Martínez Marqueta, delegado de Salud y Bienestar Social; y Miguel Alejandro Benito Delgado, ex usuario del programa y representante de los jóvenes que pasan por el programa y viven de forma autónoma totalmente integrados en la sociedad. Esta ayuda permitirá mejorar el equipamiento de los dos pisos de autonomía de cuatro plazas cada uno con los que se desarrolla el programa. Queremos agradecer a La Caixa la confianza que deposita en nuestra asociación. Estamos muy contentos de ver, año tras año, que esta entidad confía en nuestra labor, apuntaba Sánchez.
Desde sus inicios, en el año 2000, el proyecto ha permitido que más de 80 jóvenes se integren en la sociedad formándose para desarrollar algún empleo como carretilleros, peluqueras, auxiliares administrativos, camareros, agentes inmobiliarios, pescaderas o jardineros. Este recurso es un programa innovador a nivel nacional que sólo desarrollan algunas comunidades autónomas y permite superar exitosamente las dificultades familiares que llevan a un menor o a un joven al sistema de protección. Esto me ha ayudado en todos los sentidos. Encontrar una familia donde apoyarte te puede aportar todo lo que no te da una familia biológica. La experiencia de poder emanciparte es muy bonita pero al mismo tiempo dura. Aprendes a valorar lo poco que tienes y a conseguirlo como puedes, afirmaba Miguel Alejandro, antiguo usuario del programa.
La asociación Vasija es una organización nacida en y para Guadalajara en 1997. Tiene en marcha más proyectos en los ámbitos de jóvenes y familia de nuestra ciudad como son, entre otros, dos hogares de protección de ocho plazas, la ludoteca El Rincón Mágico, un programa de integración a través del deporte, además del servicio municipal de Kanguras y varios programas de inserción.
Por JAIME VALLADOLID MONGE
Desde sus inicios, en el año 2000, el proyecto ha permitido que más de 80 jóvenes se integren en la sociedad formándose para desarrollar algún empleo como carretilleros, peluqueras, auxiliares administrativos, camareros, agentes inmobiliarios, pescaderas o jardineros. Este recurso es un programa innovador a nivel nacional que sólo desarrollan algunas comunidades autónomas y permite superar exitosamente las dificultades familiares que llevan a un menor o a un joven al sistema de protección. Esto me ha ayudado en todos los sentidos. Encontrar una familia donde apoyarte te puede aportar todo lo que no te da una familia biológica. La experiencia de poder emanciparte es muy bonita pero al mismo tiempo dura. Aprendes a valorar lo poco que tienes y a conseguirlo como puedes, afirmaba Miguel Alejandro, antiguo usuario del programa.
La asociación Vasija es una organización nacida en y para Guadalajara en 1997. Tiene en marcha más proyectos en los ámbitos de jóvenes y familia de nuestra ciudad como son, entre otros, dos hogares de protección de ocho plazas, la ludoteca El Rincón Mágico, un programa de integración a través del deporte, además del servicio municipal de Kanguras y varios programas de inserción.
Por JAIME VALLADOLID MONGE