La calle Mayor se reformará desde la plaza del Ayuntamiento hasta Santo Domingo
01/10/2010 - 09:45
Por: ANDRÉS BACHILLER. GUADALAJARA
Comenzará este año, junto a la otras calles del centro y las plazas del Carmen y El Jardinillo
No habrá capacidad para asumir el millonario Plan Especial del Casco Histórico que se dejó planteado en la pasada legislatura, pero Antonio Román, alcalde de Guadalajara, está poniendo toda la carne en el asador para cambiar la estética y la funcionalidad de la zona centro y más antigua de la capital.
Finalizadas las obras de remodelación que el Ayuntamiento ha abordado en calles como la Cuesta de San Miguel, Pedro Pascual, plaza de Moreno o plaza de Beladíez, y ya adjudicadas y a punto de empezar las de las calles Pareja Serrada, Barrionuevo Ángel Martín Puebla y alrededores, el primer edil anunció ayer que actualmente se están redactando los proyectos de rehabilitación en otras dos zonas del casco histórico: el entorno de la calle La Mina, y otro, de gran envergadura, que dará otro aspecto a un tramo de la calle Mayor y plazas como la del Carmen y El Jardinillo. Las dos inversiones alcanzarán, entre ambos, unos cuatro millones de euros.
Proyecto 1: calle Mayor y entorno
Si, al menos, a la plaza Mayor aún le queda todo este año para dejar atrás las obras del aparcamiento subterráneo, es probable que también durante 2010 el Consistorio inicie un ambicioso proyecto de reforma de la calle Mayor, aunque solamente en su tramo alto, es decir, precisamente a partir de la plaza Mayor y hasta Santo Domingo.
El proyecto, sin embargo, contempla igualmente la actuación en dos de las pequeñas plazas más importantes del centro de la ciudad, la del Carmen y El Jardinillo, y otras calles como la Travesía de Santo Domingo, Matadero, Don Quijote, Pintor Antonio del Rincón, Miguel de Cervantes, Carmen, Luis de Lucena, Antonio López y Montemar.
En total, la superficie de actuación supera los 12.000 metros cuadrados. La estética y los acabados serán especialmente rigurosos en la calle Mayor, la plaza del Jardinillo y la del Carmen, con la intención de resaltar el valor de este eje histórico de la ciudad en el que se asientan edificios como el del antiguo Banco de España, la iglesia de San Nicolás o la del Carmen.
En cuanto a la inversión, que el Ayuntamiento espera afrontar con fondos propios, llegará inicialmente a los 2,7 millones, a la espera de las ofertas que presenten al concurso las empresas interesadas en quedarse con las obras. El propio alcalde apuntó que nunca antes se había invertido tanto en una reforma del casco histórico de la ciudad.
A finales del mes de febrero estará concluido el proyecto, lo que permitirá sacar a licitación sus obras, que tendrán una duración estimada de un año.
Proyecto 2: entorno calle La Mina
El otro proyecto que se está ultimando en estas semanas y cuyas obras igualmente saldrán a concurso a finales de febrero o principios de marzo, prevé el acondicionamiento y la remodelación de las calles Arcipreste de Hita, Calnuevas, La Mina y colindantes. El coste estimado de esta actuación asciende, en este caso, a 1,1 millones de euros.
Con estos dos próximos proyectos de reforma del centro, el Ayuntamiento pretende revitalizar el casco histórico, según apuntaba ayer el alcalde, y para ello no se va a cambiar sólo la piel, sino también las redes subterráneas, el cableado, los saneamientos..., de tal forma que se actúe no únicamente en lo que se ve, sino también en lo que no se ve.
Siguiendo la dinámica de las primeras actuaciones que se han acometido en los últimos meses en el casco histórico, estos nuevos proyectos se ejecutarán con análogos materiales, con la intención de ir creando una uniformidad en toda la zona centro. En este sentido, Román recordó la existencia de un estudio elaborado por los propios técnicos municipales que llevó prácticamente un año de trabajo en el que se detallan y especifican los materiales que han de usarse.
A pesar de ello, y después de la aparición de algunos desperfectos en el nuevo adoquinado colocado en otras calles del centro que han sido objeto de una reciente reforma, Román apuntó ayer que podría estudiarse la modificación del mismo o de otros elementos si así se determinase para los nuevos proyectos, aunque será algo que habrá que analizar en las próximas semanas.
Aún así, y como medida previsora, el Ayuntamiento estudia la posibilidad de almacenar una tipología de sal diferente a la utilizada en las últimas fechas para mitigar los efectos de las nevadas en las calles de Guadalajara, ya que la empleada ha resultado bastante agresiva para el pavimento e, incluso, podría ser la causa del deterioro de los elementos de la vía.
A ella también se le achaca el secado de algunos árboles en determinados puntos de la ciudad e incluso los mayores índices de salinidad hallados en fechas recientes en el agua de la depuradora.
Habida cuenta de las molestias que durante muchos meses causarán estas obras, el alcalde aseguraba ayer que la Policía Local las vigilará de cerca para interferir de la menor manera posible en la vida cotidiana de los ciudadanos. Además, su evolución será seguida de cerca por la comisión de control de obras de la Casa Consistorial.
El dilema de la peatonalización
Aunque en las calles objeto de actuación excepto en las puramente peatonales seguirán conviviendo coches y peatones, Román apuntó ayer que será el viandante el que saldrá más beneficiado con la reforma.
Así, el primer edil subrayó que habrá una ampliación generalizada de aceras en aquellos puntos en los que éstas no eran suficientes y ni siquiera llegaban al metro y medio exigido por la legislación en materia de accesibilidad.
Ello será posible, asegura, merced a la política de creación de plazas de aparcamiento subterráneo que se ha ejecutado en los últimos años y que continúa en la actualidad en la zona centro con los trabajos del de la plaza Mayor y con el ya proyectado para ejecutar este año en un espacio próximo como es el del viejo recinto ferial de Adoratrices.
Sin embargo, nada se ha planteado respecto a la ampliación de la zona peatonal y, por tanto, vetada a la circulación de vehículos. Inquirido ayer sobre esta cuestión, el alcalde matizó que ampliar la zona exclusiva de peatones es algo que no se ve con buenos ojos entre el empresariado comerciantes, principalmente del casco histórico. Se habló con ellos y era algo que no deseaban.
Aún así, el alcalde reconocía ayer que no se descarta para el futuro extender la zona peatonal. Será una decisión posterior, cuando esté todo terminado [la reforma integral que plantea Román]. Se dejará preparado por si se quiere hacer en el futuro. De momento se opta por la coexistencia.
Proyecto 1: calle Mayor y entorno
Si, al menos, a la plaza Mayor aún le queda todo este año para dejar atrás las obras del aparcamiento subterráneo, es probable que también durante 2010 el Consistorio inicie un ambicioso proyecto de reforma de la calle Mayor, aunque solamente en su tramo alto, es decir, precisamente a partir de la plaza Mayor y hasta Santo Domingo.
El proyecto, sin embargo, contempla igualmente la actuación en dos de las pequeñas plazas más importantes del centro de la ciudad, la del Carmen y El Jardinillo, y otras calles como la Travesía de Santo Domingo, Matadero, Don Quijote, Pintor Antonio del Rincón, Miguel de Cervantes, Carmen, Luis de Lucena, Antonio López y Montemar.
En total, la superficie de actuación supera los 12.000 metros cuadrados. La estética y los acabados serán especialmente rigurosos en la calle Mayor, la plaza del Jardinillo y la del Carmen, con la intención de resaltar el valor de este eje histórico de la ciudad en el que se asientan edificios como el del antiguo Banco de España, la iglesia de San Nicolás o la del Carmen.
En cuanto a la inversión, que el Ayuntamiento espera afrontar con fondos propios, llegará inicialmente a los 2,7 millones, a la espera de las ofertas que presenten al concurso las empresas interesadas en quedarse con las obras. El propio alcalde apuntó que nunca antes se había invertido tanto en una reforma del casco histórico de la ciudad.
A finales del mes de febrero estará concluido el proyecto, lo que permitirá sacar a licitación sus obras, que tendrán una duración estimada de un año.
Proyecto 2: entorno calle La Mina
El otro proyecto que se está ultimando en estas semanas y cuyas obras igualmente saldrán a concurso a finales de febrero o principios de marzo, prevé el acondicionamiento y la remodelación de las calles Arcipreste de Hita, Calnuevas, La Mina y colindantes. El coste estimado de esta actuación asciende, en este caso, a 1,1 millones de euros.
Con estos dos próximos proyectos de reforma del centro, el Ayuntamiento pretende revitalizar el casco histórico, según apuntaba ayer el alcalde, y para ello no se va a cambiar sólo la piel, sino también las redes subterráneas, el cableado, los saneamientos..., de tal forma que se actúe no únicamente en lo que se ve, sino también en lo que no se ve.
Siguiendo la dinámica de las primeras actuaciones que se han acometido en los últimos meses en el casco histórico, estos nuevos proyectos se ejecutarán con análogos materiales, con la intención de ir creando una uniformidad en toda la zona centro. En este sentido, Román recordó la existencia de un estudio elaborado por los propios técnicos municipales que llevó prácticamente un año de trabajo en el que se detallan y especifican los materiales que han de usarse.
A pesar de ello, y después de la aparición de algunos desperfectos en el nuevo adoquinado colocado en otras calles del centro que han sido objeto de una reciente reforma, Román apuntó ayer que podría estudiarse la modificación del mismo o de otros elementos si así se determinase para los nuevos proyectos, aunque será algo que habrá que analizar en las próximas semanas.
Aún así, y como medida previsora, el Ayuntamiento estudia la posibilidad de almacenar una tipología de sal diferente a la utilizada en las últimas fechas para mitigar los efectos de las nevadas en las calles de Guadalajara, ya que la empleada ha resultado bastante agresiva para el pavimento e, incluso, podría ser la causa del deterioro de los elementos de la vía.
A ella también se le achaca el secado de algunos árboles en determinados puntos de la ciudad e incluso los mayores índices de salinidad hallados en fechas recientes en el agua de la depuradora.
Habida cuenta de las molestias que durante muchos meses causarán estas obras, el alcalde aseguraba ayer que la Policía Local las vigilará de cerca para interferir de la menor manera posible en la vida cotidiana de los ciudadanos. Además, su evolución será seguida de cerca por la comisión de control de obras de la Casa Consistorial.
El dilema de la peatonalización
Aunque en las calles objeto de actuación excepto en las puramente peatonales seguirán conviviendo coches y peatones, Román apuntó ayer que será el viandante el que saldrá más beneficiado con la reforma.
Así, el primer edil subrayó que habrá una ampliación generalizada de aceras en aquellos puntos en los que éstas no eran suficientes y ni siquiera llegaban al metro y medio exigido por la legislación en materia de accesibilidad.
Ello será posible, asegura, merced a la política de creación de plazas de aparcamiento subterráneo que se ha ejecutado en los últimos años y que continúa en la actualidad en la zona centro con los trabajos del de la plaza Mayor y con el ya proyectado para ejecutar este año en un espacio próximo como es el del viejo recinto ferial de Adoratrices.
Sin embargo, nada se ha planteado respecto a la ampliación de la zona peatonal y, por tanto, vetada a la circulación de vehículos. Inquirido ayer sobre esta cuestión, el alcalde matizó que ampliar la zona exclusiva de peatones es algo que no se ve con buenos ojos entre el empresariado comerciantes, principalmente del casco histórico. Se habló con ellos y era algo que no deseaban.
Aún así, el alcalde reconocía ayer que no se descarta para el futuro extender la zona peatonal. Será una decisión posterior, cuando esté todo terminado [la reforma integral que plantea Román]. Se dejará preparado por si se quiere hacer en el futuro. De momento se opta por la coexistencia.