La campaña de excavaciones genera 88 puestos de trabajo con una inversión de 823.000 euros

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Javier Pastrana
Yacimientos arqueológicos
Este año se incluye por primera vez una actuación en el poblado de los Casares de Riba de Saelices
La delegada de la Junta, Magdalena Valerio, presentó ayer la nueva campaña de excavaciones arqueológicas que el Gobierno regional realizará durante los meses de verano en la provincia. Compuesta por nueve actuaciones, por primera vez se realizarán trabajos en el Poblado de los Casares, situado en Riba de Saelices, donde dos técnicos medios y tres peones se encargarán de realizar trabajos de mantenimiento.
Durante la nueva campaña, la Junta de Comunidades invertirá 823.000 euros en la financiación de los trabajos, que darán empleo a 88 personas. Además de los beneficios que esto supone para el patrimonio cultural e histórico de la provincia, Valerio quiso destacar la oportunidad que supone para el medio rural, donde se generan puestos de trabajo y se propicia el desarrollo sostenible.

Además del Poblado de los Casares, también se llevarán a cabo actuaciones en el Parque Arqueológico de Recópolis (Zorita de los Canes), el Prao de los Judíos (Molina de Aragón), el Ceremeño y la Necrópolis de Herrería (Herrería), el Oppidum de los Rodiles (Cubillejo de la Sierra), el Castro de Castilviejo de Guijosa (Sigüenza), la Necrópolis de Puente la Sierra y Castro de Castil de Griegos (Checa), y el Castro de Peña Moñuz (Olmeda de Cobeta).

En Recópolis, único parque arqueológico declarado como tal en la provincia, se llevarán a cabo dos actuaciones. Por un lado, el Centro de Interpretación contará con dos técnicos medios y dos peones durante un periodo de seis meses. En cuanto a los trabajos en las excavaciones propiamente dichas, contarán con otros dos técnicos medios y 25 peones durante un periodo de cinco meses. Ellos se encargarán de continuar excavando en los 400 metros cuadrados que ocupa el conjunto palatino, en el que volvieron a realizarse investigaciones el año pasado, unos 70 años después de las últimas excavaciones realizadas en él. “Los trabajos que estamos haciendo nos están aportando datos novedosos que sumar a lo que ya conocíamos del conjunto”.

Otro de los puntos más importantes de la provincia en lo que a restos arqueológicos se refiere es el Prao de los Judíos, en Molina de Aragón. Aquí trabajarán un técnico medio y un peón durante un periodo de tres meses. El yacimiento tiene una extensión aproximada de unos 1.700 metros cuadrados y se encuentra en lo más alto del actual núcleo urbano de la localidad. En él se pueden encontrar vestigios de una ocupación que va desde la época Califal, en el siglo X, hasta los siglos XVI-XVII. Uno de los descubrimientos más importantes que se ha realizado gracias a las excavaciones es el complejo religioso formado por la sinagoga y sus dependencias aledañas.

Otro técnico medio y otro peón también comenzarán a trabajar a partir del 1 de julio, durante tres meses, en el Castro del Ceremeño y la Necrópolis de Herrería, situados en el municipio de igual nombre. Estos dos yacimientos, relativos a los orígenes de la cultura celtibérica, han aportado importante información. El castro es donde los habitantes realizaban su vida diaria, mientras que la necrópolis es el punto en el que llevaban a cabo los enterramientos. Aquí se encuentran vestigios que van de la época del Bronce Final hasta la segunda edad de Hierro.

En el Oppidum de los Rodiles (Cubillejo de la Sierra) habrá un técnico medio y once peones. Durante tres meses, todos ellos continuarán con los trabajos iniciados en este gran poblado fortificado perteneciente a una fase avanzada de la celtiberia que enlaza con la conquista romana de los territorios, algo que ocurrió durante los siglos III y II a.C. En este caso, lo más destacable es la presencia de grandes fortificaciones defensivas compuestas por varias torres y hasta tres recintos amurallados.

Hasta Sigüenza se desplazarán otro técnico y once peones que realizarán sus trabajos en el Castro de Castilviejo, situado en la pedanía de Guijosa. La actuación tendrá una duración de dos meses y se centrará en este poblado fortificado en el que, hasta la fecha, se han documentado tres fases de ocupación concernientes a la primera Edad de Hierro, el periodo celtibérico pleno y la época islámica. En este caso, los trabajos realizados en años anteriores sirvieron para recuperar un importante sistema defensivo contra los ataques de la caballería conocido como campo de piedras hincadas. En la pasada campaña se dejó al descubierto un lienzo de la muralla de 2,5 metros, Además de acometer labores de consolidación, reintegración y reconstrucción de otros puntos de la misma.

En Checa también se está trabajando a la vez sobre una necrópolis, la de Puente de la Sierra, y un castro, el de Castil de Griegos. Una vez más, un técnico y once peones se desplazarán hasta la zona para, a partir del 3 de julio, comenzar una serie de trabajos que se extenderán a lo largo de tres meses. La necrópolis localizada en este yacimiento data del siglo I a. C. y se empezó a excavar en 2005 por iniciativa del Consistorio local y la Diputación. A 500 metros de él, en un cerro prominente que controla el valle, se localizó en el castro, donde el año pasado se realizaron las primeras excavaciones. Gracias a ellas quedó al descubierto un gran lienzo de aparejo ciclópeo.

Por último, el Castro de Peña Moñuz, en Olmeda de Cobeta, con una técnico medio y once peones que también estarán trabajando en él durante tres meses. Habitado por los celtíberos en los siglos IV y II a. C. Este emplazamiento se encuentra defendido por una muralla con dos torres, un foso de cuatro metros de anchura y un campo de piedras hincadas, tres puntos en los que ya se han realizado distintas actuaciones. Además, en él se ha realizado una investigación centrada en la evolución del medio físico de la dehesa boyal en la que se encuentra. El objetivo que se perseguía era el de conocer el aprovechamiento que han hecho de ella los grupos humanos que se han ido asentado en su entorno.