La capital se convierte en una ratonera para aparcar
16/11/2010 - 20:16
La capital está últimamente sitiada por las obras. Casi en todos los barrios de Guadalajara nos encontramos diariamente con una valla, un operario o un corte de tráfico. Como todas las obras, y como los políticos se esfuerzan en hacer comprender a los ciudadanos, son molestas, pero también necesarias. Sin embargo, la desesperación de muchos conductores guadalajareños que, cada día, sobre todo de lunes a viernes, se enfrentan a la complicada y desafiante aventura de encontrar un aparcamiento en las zonas anejas a obras, llega ya a tal punto que, en muchos casos, ese entendimiento y comprensión se ven nublados.
Al casco histórico, que lleva patas arriba más de un año, y al Hospital Universitario, donde prácticamente hay que hacer campo a través para encontrar un hueco donde aparcar el coche eso, cuando uno logra llegar, pues la obra del nudo de la N-320, paralizada, también ha dejado empantanada la zona, se une también ahora el barrio del ferial, donde la construcción del aparcamiento subterráneo, desde hace meses, y desde hace unos días las obras de mejora de distintas aceras de varias calles impiden a los vecinos aparcar con la celeridad con la que solían o, al menos, a la relativa rapidez a la que estaban acostumbrados.
Al casco histórico, que lleva patas arriba más de un año, y al Hospital Universitario, donde prácticamente hay que hacer campo a través para encontrar un hueco donde aparcar el coche eso, cuando uno logra llegar, pues la obra del nudo de la N-320, paralizada, también ha dejado empantanada la zona, se une también ahora el barrio del ferial, donde la construcción del aparcamiento subterráneo, desde hace meses, y desde hace unos días las obras de mejora de distintas aceras de varias calles impiden a los vecinos aparcar con la celeridad con la que solían o, al menos, a la relativa rapidez a la que estaban acostumbrados.
Resignación en el casco histórico
Hace tanto que comenzaron a levantar el casco histórico, el corazón de la ciudad, que ya prácticamente ni nos acordamos de cuando no había ni una sola en sus angostas calles. Actualmente, la calle Mayor es el centro de los trabajos. En ella se trabaja a destajo para llegar a tiempo de la campaña comercial navideña, pero otras vías, como Ángel Martín Puebla o Pareja Serrada han permanecido cerradas mucho tiempo, para disgusto no sólo de comerciantes, sino también de vecinos y usuarios habituales. El corte de la calle Mayor al paso de vehículos, sin embargo, no ha supuesto una reducción del número de plazas de aparcamiento, pues se trata de una vía peatonal. Sin embargo, sí afecta al tráfico, pues la plaza y la travesía de Santo Domingo están cortadas y la calle Juan Bautista Topete ha cambiado de dirección.
Aunque necesarias, como apuntábamos, las obras del casco están suponiendo muchas dificultades para los vecinos y conductores. Aparcar en este área se ha vuelto cada vez más complicado. Quizá sea ese mismo objetivo el que se persiga, de modo que los ciudadanos se acostumbren a caminar un poco más, ya que las distancias son cortas en Guadalajara, o a hacer uso de otros transportes como los autobuses urbanos o las bicicletas eléctricas que pone a disposición el Ayuntamiento a través de su servicio GuayBici.
Campo a través en el HospitalHace tanto que comenzaron a levantar el casco histórico, el corazón de la ciudad, que ya prácticamente ni nos acordamos de cuando no había ni una sola en sus angostas calles. Actualmente, la calle Mayor es el centro de los trabajos. En ella se trabaja a destajo para llegar a tiempo de la campaña comercial navideña, pero otras vías, como Ángel Martín Puebla o Pareja Serrada han permanecido cerradas mucho tiempo, para disgusto no sólo de comerciantes, sino también de vecinos y usuarios habituales. El corte de la calle Mayor al paso de vehículos, sin embargo, no ha supuesto una reducción del número de plazas de aparcamiento, pues se trata de una vía peatonal. Sin embargo, sí afecta al tráfico, pues la plaza y la travesía de Santo Domingo están cortadas y la calle Juan Bautista Topete ha cambiado de dirección.
Aunque necesarias, como apuntábamos, las obras del casco están suponiendo muchas dificultades para los vecinos y conductores. Aparcar en este área se ha vuelto cada vez más complicado. Quizá sea ese mismo objetivo el que se persiga, de modo que los ciudadanos se acostumbren a caminar un poco más, ya que las distancias son cortas en Guadalajara, o a hacer uso de otros transportes como los autobuses urbanos o las bicicletas eléctricas que pone a disposición el Ayuntamiento a través de su servicio GuayBici.
Lo mismo habría que hacer para acudir al Hospital Universitario, ir en transporte público, andando o en bici o cualquier otro medio de transporte que no requiera un gran espacio donde ser aparcado. Y es que en este punto la cosa se complica sobremanera, sobre todo en las mañanas de diario, cuando es un verdadero infierno encontrar un lugar donde estacionar.
El primer inconveniente se encuentra en el propio acceso al centro hospitalario, pues las obras paralizadas en el nudo de conexión entre la N-320 y el Hospital complican la cosa. Una vez dentro, la situación no es mejor. Las obras de ampliación y de construcción del nuevo complejo han restado plazas, toda vez que una de las parcelas que solía destinarse a este fin, desde que comenzaron los trabajos ha dejado de poder utilizarse, pues forma parte de la extensión del proyecto.
Para encontrar un hueco, por tanto, hay que hacer campo a través, recorrerse las fincas de tierra sin asfaltar habilitadas en los alrededores del Hospital y tener suerte de no encontrarse con un vehículo de frente, pues uno de los dos se verá obligado a dar marcha atrás, ya que no hay espacio físico para circular en las dos direcciones al mismo tiempo.
Desde la Junta de Comunidades, responsable del Hospital y de estas obras muy importantes y necesarias para la provincia, reconocen las molestias e instan a los ciudadanos a hacer uso del transporte público. Por otra parte, recuerdan que una de las zonas del aparcamiento privado del tanatorio ha sido alquilado por el Gobierno regional a la empresa privada que lo gestiona para el uso público y gratuito de los usuarios del Hospital, poniendo a su disposición, a través de este arrendamiento, en torno a 220 plazas más, en su caso asfaltadas, que se suman a las que se extienden alrededor del centro hospitalario, bien pavimentadas, bien sobre tierra.
En este punto, desde la Junta piden paciencia y que los ciudadanos tengan en cuenta que es materialmente imposible habilitar un aparcamiento adicional por los propios límites físicos que suponen las obras, el colegio
Desde la Junta de Comunidades, responsable del Hospital y de estas obras reconocen las molestias e instan a los ciudadanos a hacer uso del transporte público
Desde que comenzaron las obras del nuevo aparcamiento subterráneo de Adoratrices, los vecinos del barrio del viejo ferial han tenido que ingeniárselas para estacionar sus vehículos en alguna de las callejuelas aledañas a la nueva infraestructura. Acostumbrados a hacer uso de estas pequeñas calles, de un solo sentido circulatorio todas ellas, el problema de aparcamiento se ha visto agravado en las últimas semanas a causa de las obras de mejora y arreglo de aceras y pavimentos que ha iniciado el Ayuntamiento de Guadalajara. Actualmente, por ejemplo, la calle Marqués de Santillana está en obras y todas sus plazas de aparcamiento están inhabilitadas. Los vecinos están obligados a dar vueltas y vueltas por el barrio a la caza y captura de una plaza, y no es muy complicado ver aceras las que todavía no son objetivo de las obras invadidas por coches que no encontraron otro lugar mejor donde estacionar.
La apertura del nuevo parking, aunque positiva, no aliviará los problemas de los vecinos que no tengan recursos para comprar una plaza o alquilarla, y además, el Ayuntamiento tampoco se ha pronunciado sobre si serán más baratas o económicas para ellos.
La apertura del nuevo parking, aunque positiva, no aliviará los problemas de los vecinos que no tengan recursos para comprar una plaza o alquilarla, y además, el Ayuntamiento tampoco se ha pronunciado sobre si serán más baratas o económicas para ellos.