La catedral de Sigüenza refuerza su cabildo con el nombramiento de cuatro canónigos

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: VIRGINIA BODEGA
IGLESIA
José Sánchez presidió la ceremonia junto a Juan José Asenjo, en uno de sus últimos actos como obispo
Una gélida mañana seguntina –el termómetro marcaba un solo grado en la Ciudad Medieval– acogió, ayer el nombramiento de cuatro nuevos canónigos de la catedral de Sigüenza que vienen a reforzar el cabildo, algo debilitado en los últimos tiempos. El obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, se encargó de oficiar y presidir la ceremonia en la que estuvo acompañado por su paisano monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, actualmente arzobispo coadjutor de Sevilla.
Jesús de las Heras Muela, Julián García Sánchez, Alfonso María Duch y Pedro Simón son los cuatro sacerdotes que ayer juraron fidelidad ante su nuevo cometido en el seno de la catedral de Sigüenza y en el marco de “la fe, la gracia y la alianza”, como puso de relevancia Sánchez.
Hacia las 9.50 horas, las campanas de la catedral de Santa María la Mayor comenzaban a llamar a los cristianos y religiosos a su seno. Pocos minutos después, ya en el interior de la catedral y con gran puntualidad, iban ocupando el altar del templo los distintos sacerdotes que formaron parte de la solemne ceremonia presidida por Sánchez y Asenjo, más de una quincena, ante una bancada repleta de familiares de los nuevos canónigos, amigos, religiosos, vecinos y amigos de la villa seguntina. Tras la celebración de la liturgia, el obispo se dirigió a todos ellos para explicar el sentido y significado de la labor de los nuevos nombramientos, una labor que “no es un privilegio, no es una carga”, dijo el obispo, sino “una gracia”, por la que “damos gracias a Dios”. El nombramiento, como prosiguió Sánchez, se produce además en el momento en que se celebra el Año Santo Sacerdotal, una conmemoración especial para los nuevos canónigos que debe servirles, señaló el obispo, “para aumentar nuestra tensión espiritual”. Ser “ejemplares y ejemplarizantes” debe ser otra de las tareas a cumplir por los canónigos, ofreciendo “la doctrina más auténtica” y siendo guiados “por el culto más esmerado”, una obligación, aseveró Sánchez, pues De las Heras, García, Duch y Simón son ahora representantes del obispo. Sánchez no quiso dejar pasar la oportunidad de recordar a los nuevos canónigos el servicio de acogida que también formará parte de su trabajo, teniendo en cuenta en este cometido “a los más pobres”.
Otra de las conmemoraciones que sirvieron para hilar las palabras de Sánchez hacia los nuevos canónigos fue la festividad de San Ignacio de Antioquía, celebrada en la jornada de ayer, una figura “modelo y referencia” y que debe servir para tener una “aspiración y una meta de nuestra vida”, terminó Sánchez, para dar paso después a la comunión y a la lectura del Benedictus, que cerraron la misa previa a los nombramientos oficiales y solemnes de los cuatro nuevos canónigos.

Cuatro asientos más ocupados
Tras la misa, el foco de atención giró 180 grados para centralizarse en el coro de la catedral, espacio donde se encuentra el imponente órgano y donde se sitúan también los asientos a ocupar por cada uno de los canónigos, en total, con los nuevos nombramientos de ayer, 12. Uno por uno y tras escuchar sus nombres y nuevas responsabilidades como canónigos de la catedral de Sigüenza, los cuatro sacerdotes fueron jurando, en castellano y en latín y arrodillados, su fidelidad más absoluta ante la encomendación obispal.
El primero en hacerlo fue Jesús de las Heras. Natural de la villa seguntina, donde nació hace 50 años, su labor como canónigo será la de abad de la Cofradía de la Virgen de la Mayor, patrona de Sigüenza, trabajo que viene realizando, sin embargo, desde 2008. Dicha cofradía, originaria del siglo XV, es el “pulmón religioso de la ciudad”, como declaró el propio De las Heras. Multitud de familiares y amigos presenciaron su nombramiento. El segundo en jurar su cargo fue Julián García Sánchez, nacido en Tordesillos en 1960, sacerdote desde 1986 y párroco de Baides, además de secretario particular del obispo desde 1992. Su cometido será el de salvaguardar el patrimonio artístico de la catedral. En tercer lugar intervino Pedro Simón Carrasco, cuya responsabilidad es la Dirección del Archivo Histórico Diocesano, tarea que realiza desde el año 2000. Nació en Fuencemillán hace 49 años, es el párroco de Sienes y el arcipreste de Sigüenza. Natural de Reus (Tarragona). Alfonso María Duch Cartañá fue el cuarto y último canónigo en jurar su nombramiento en la mañana de ayer, aunque su función está todavía por definir. Estos cuatro nuevos canónigos llegan al cabildo sumándose a los ocho previos y haciendo un total de 12. Clementino Martínez Cejudo preside provisionalmente el cabildo y es el canónigo penitenciario; Félix Ochayta es el canónigo magistral; como doctoral figura Luis Viejo; Felipe Peces como archivero; también forma parte del cabildo Marciano Somolinos; Alejo Navarro es el prefecto de música y liturgia; Juan Antonio Marco es el organista; y, cerrando el grupo, se encuentra Juan José Calleja.
La misión principal del canónigo, tal y como explicaba De las Heras ayer, es “estar al servicio de la liturgia y de la acción pastoral de la catedral”, aunque en su cometido también alberga “una dimensión muy importante” el cuidado, la conservación y la utilización evangelizadora del patrimonio de la catedral, en este caso, “un magnífico patrimonio histórico, artístico y cultural”, como concluía el nuevo canónigo.