La ciudad del Doncel cierra los actos del 850 aniversario de la consagración de su catedral
En este tiempo, la Fortis Seguntina ha recibido la visita de más de 17.000 peregrinos y se han llevado a cabo 270 actividades jubilares.
Fue el obispo diocesano, Atilano Rodríguez, quien solicitó a la Santa Sede el Año Jubilar con ocasión del 850 aniversario de la consagración catedralicia, que correspondió a quien era entonces obispo de Sigüenza, Joscelmo Adelida, el 19 de junio de 1169.
Más de quinientas personas acudían, el pasado domingo, a la misa diocesana de clausura, que estuvo presidida por el arzobispo metropolitano de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza. Se celebró en el rito hispano mozárabe, el mismo empleado en la consagración del templo.
Ayer, poco antes de las 18 horas, sonaban de nuevo las campanas de la Fortis Seguntina –siempre marcando el devenir de la ciudad- anunciando otra misa, de carácter más local, pero igualmente entrañable, coincidiendo con la fecha final del Jubileo y, de manera exacta, con el 850 aniversario de la consagración de la Catedral.
Desde la Sacristía de las Cabezas desfilaron por nave catedralicia una veintena de sacerdotes, que acompañaron con su presencia la efeméride y concelebraron el oficio religioso. Detrás de todos ellos, el deán de la Catedral, Jesús de las Heras, a quien correspondió dirigirlo.
La misa tuvo muchos gestos y simbolismos que la unieron con la misa de apertura jubilar de hace un año, el 19 de junio de 2018, y mucho más lejos en el tiempo, con la del 19 de junio de 1169, “aunque aquella fuera, con toda probabilidad, por la mañana”, afirmó De Las Heras, aportando el dato histórico.
Así, el canónigo archivero de la Catedral, Felipe Gil, roció de agua bendita una réplica del crismón histórico de consagración del templo que se halla en el dintel de la puerta románica de acceso a la Torre del Gallo o del Santísimo, junto a la capilla del Doncel, capilla de factura románica y posible sede de aquella misa en la Catedral. El nuevo crismón, con una sobria leyenda que hace memoria de la consagración y de su actual jubileo, en latín, lo ha elaborado un marmolista seguntino.
Además, la Cruz Jubilar, entronizada igualmente hace un año y que incluye la frase bíblica «Domus Dei, porta coeli» (Génesis, 28, 17), que significa «La Casa de Dios es la puerta del cielo», frase que tiene mucha resonancia en la historia de Sigüenza ya que su universidad (siglos XV a XIX) estuvo dedicada a san Antonio de Porta Coeli y éste nombre es del actual colegio público de la ciudad y de una calle, fue trasladada a su ubicación definitiva por el director del Museo Diocesano, Miguel Angel Ortega.
Por último, Julián García, canónigo fabriquero, se encargó, como también hiciera el año pasado, de tomar la luz de Cirio Jubilar para repartirla en la Asamblea. Además, el Credo se rezó en latín, al igual que en 1169 y que el año pasado, cuidando con todo ello cada detalle de un momento tan especial para Sigüenza.
Durante el oficio religioso el deán tuvo un recuerdo para los doce monasterios contemplativos que han rezado todos los días del año por el Jubileo (Clarisas de Sigüenza y de Molina de Aragón, Cistercienses de Buenafuente del Sistal y de Brihuega, Carmelitas Descalzas de Guadalajara y de Iriépal, Jerónimas de Yunquera de Henares, Benedictinas de Valfermoso de las Monjas, Concepcionistas Franciscanas de Guadalajara con Pastrana, Capuchinas de San Juan de la Maguana, en República Dominicana, y Benedictinos de Leyre, en Navarra). Además, estuvo presente el abad del monasterio cisterciense de Santa María de Huerta, el padre Isidoro María Anguita Fontecha, a quien el deán hizo entrega de una de las medallas conmemorativas de la efeméride, con un diseño del cincelador seguntino Mariano Canfránc. Santa María de Huerta perteneció al histórico obispado de Sigüenza hasta 1956. Este monasterio presenta notables similitudes arquitectónica con la catedral de Sigüenza, uno de cuyos obispos, en final del siglo XII y de gran importante en el proceso constructivo de la catedral y del monasterio, San Martín de Finojosa, fue antes monje y abad en Huerta, en cuyo claustro está enterrado. La bellísima talla barroca del santo que conserva la catedral de Sigüenza fue colocada en el altar mayor, presidiendo, simbólicamente la celebración de la efeméride.
El deán también hizo balance del Año Jubilar al término de la misa. De las Heras afirmó que en este tiempo se han llevado a cabo 270 actividades relacionadas con la iniciativa, e informó de la visita de más de 17.000 peregrinos a la Catedral, igualmente por este motivo.
A la ceremonia, como a la del pasado domingo, acudía la recién investida alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, encabezando la representación de la Corporación Municipal. Merino, en nombre del Ayuntamiento de Siguenza, agradecía “al Cabildo, y especialmente a Jesús de las Heras, todo el trabajo que ha realizado durante estos 366 días, en los que ha conseguido aunar a las instituciones en un mismo fin y contagiar el entusiasmo y la admiración que sentimos los seguntinos y guadalajareños por nuestra Catedral a decenas de miles de personas, propiciando su visita, y con ello favoreciendo la economía de la ciudad y la lucha contra la despoblación”.
Las postrimerías jubilares están siendo también pródigas en otras actividades enmarcadas en este año santo. El jueves 6 de junio llegó a la catedral escultura en talla dorada de la virgen y mártir de la cristiandad primera santa Inés para la balaustrada del altar de la Virgen de la Mayor, donde, desde 1668 y hasta 1936, hubo una imagen similar a esta, destruida entonces y ahora tallada de nuevo en Talleres Martínez de Horche. La imagen, de bellísima factura y simbolismos (el cordero, la palma, el rostro y la figura de la joven mártir) fue bendecida tras la misa coral de Pentecostés, el domingo 9 de junio. Y el lunes 10 fue elevada al citado lugar.
Para estos días de la clausura jubilar está ya disponible una nueva colección de postales prefranqueadas (esto es, con el sello en uso ya impreso y con validez postal para España). Si la primera, vendida entre finales de agosto y finales de noviembre de 2018, llegaba como imagen, en el anverso de la postal, una fotografía de Antonio López Negredo, con la fachada principal completa de la catedral, ésta llega una reproducción del bellísimo cuadro del ábside y fachada sur del templo, óleo donado, el 18 de mayo pasado, por Emilio Fernández-Galiano.
Por último, el sábado 22 de junio, a las 8 de la tarde, los maestros de Capilla de la Catedral volverán con un nuevo estreno, “Misa a cuatro voces con orquesta”, del maestro Francisco Antonio Corral Escolano (Ariza, Zaragoza, 1820 – Sigüenza, Guadalajara, 1886), con el Coro Aula Boreal de Bilbao y la Orquesta Pro-Arte de Madrid, dirigidos por Daniel Garay, y con Patxi García Garmilla.