La ciudad en fiestas

Fiesta: alegría, regocijo o diversión. Chanza, broma, son las primeras definiciones que el diccionario de la RAE da de dicha palabra; después un sinfín de ellas, la mayoría de carácter religioso. El origen de la fiesta se pierde en la noche de los tiempos, no en valde se da por hecho el carácter lúdico del ser humano. La fiesta está en el origen mismo de su naturaleza, bien considerada como necesidad de descanso, bien como necesidad de diversión... A ello debemos añadir la necesidad de evasión que con frecuencia se tiene del diario acontecer, aunque la fiesta no deje de fijar, y mucho, la atención de quienes en ella participan. Hablar de fiesta, pues, sería hablar de una faceta nada insignificante del ser humano. Todo el año está plagado de festividades y casi todas de origen religioso, tampoco olvidemos el carácter religioso del ser humano. Nos pasamos, pues gran parte de nuestro existir celebrando fiestas y a nuestra naturaleza aún le parecieran pocas. Aún no hemos terminado de hablar de las fiestas de nuestros pueblos...cuando nos encontramos de lleno en las fiestas de nuestra ciudad que se iniciaron ayer con el pregón al que cada año, invitados por el Ayuntamiento desde que tuvimos el honor de incorporarnos a la nómina de pregoneros, asistimos con mucho agrado.

Deseamos que todos seamos muy felices estos días especialmente preparados, que la participación sea masiva. Hoy se celebrará la Misa solemne de nuestra Patrona La Virgen de la Antigua y podrán los alcarreños y guadalajareños todos, y otros venidos de fuera, acompañar y pedir su protección a la Madre en esa siempre brillante y multitudinaria procesión de vuelta a su Santuario. Ya está todo a punto para que esa otra fiesta más profana llene de nuevo las calles y el Ferial con el Desfile de carrozas del domingo y durante unos cuantos días. Los toros con su ilusión con frecuencia decepcionada, aunque con carteles a priori atractivos, el teatro, la música...y tantos otros actos para la diversión están listos. Ahora sólo hace falta que se sepa hacer uso de los que se quiera y pueda. Y recordar que como la fiesta tiene otras caras menos alegres, no contribuyamos al divertirnos a acrecentar las molestias de otros. Felices días y que la Semana Grande no deje incidencias ni comportamientos que lamentar.