La ciudad homenajea con una calle al pintor Carlos Santiesteban

10/03/2011 - 16:09

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El artista Carlos Santiesteban ha recibido hoy un merecido homenaje del Ayuntamiento. Por un lado, se ha puesto el nombre de una calle de la ciudad al artista, mientras que por el otro se ha bautizado a una sala de espera de la casa consistorial con su nombre, en la que se encuentran algunas de sus obras dedicadas a Guadalajara.

Su casa materna será en el futuro un museo dedicado a sus obras
Carlos Santiesteban, pintor de reconocido prestigio internacional originario de Guadalajara, ya es imperecedero en la capital. Al menos mientras haya calles. Con una larga trayectoria a sus espaldas, el artista ha recibido esta mañana un homenaje del Ayuntamiento con el bautizo de una de las calles de la ciudad con su nombre, ubicada en el sector SUE-20, en la parte trasera del convento del Carmen.
Fue el propio Santiesteban quien, ante la atenta mirada de los presentes, entre ellos el alcalde, Antonio Román, descubrió la placa con el nombre de la calle, que incorpora, además, un dibujo de su rostro.
Amén de la presencia en el callejero, el Ayuntamiento ha homenajeado al pintor con la apertura de una sala en la casa consistorial que servirá como lugar de espera de los ciudadanos y que está decorada con una serie de obras pictóricas donadas por Santiesteban –originales– dedicadas a la ciudad de Guadalajara, entre ellas algunas que han servido como carteles de Ferias o de otras festividades que se celebran a lo largo del año.
Desde el año 2003, el Ayuntamiento capitalino y el artista mantienen, por escrito, un compromiso “para que su domicilio, en la calle Teniente Figueroa, se convierta [en el futuro] en la casa museo de Carlos Santiesteban Montero”, recordó Román.
El primer edil abundó en que Santiesteban “es uno de los mejores pintores que ha dado esta tierra”. Hijo también de pintor, el artista se inició tempranamente en la disciplina bajo la atenta tutela de su madre, Francisca Montero. “Aunque de formación autodidacta, participó como alumno libre en los cursos de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid”. Pronto se orientó hacia el mundo del espectáculo, como recordó ayer Román, “interviniendo como figurinista de vestuario y escenógrafo para obras de teatro y ballet; esta actividad le permitió recorrer las principales capitales de Europa y Estados Unidos siguiendo las compañías más acreditadas del panorama internacional”. Y fue precisamente en sus tiempos de transición y de estío cuando “aprovechaba para mostrar al público sus obras de caballete, óleo sobre lienzo con composiciones muy coloristas llenas de expresividad”. Sus exposiciones han llegado a lugares como el New York Center, los Reales Alcázares de Sevilla, la Fundación Puerto Banús o los Museos de Florencia y Nápoles. Tras muchos años de reconocimiento, Santiesteban volvió a su ciudad natal, Guadalajara, para asentarse en lo que fue su casa materna.
Atesora innumerables reconocimientos a todos los niveles. Así, Román recordó que es Hijo Predilecto de Guadalajara; Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha; le fue concedida la Legión de Honor Franco-Británica; la Gran Cruz de Fomento de la Unión Europea; es caballero de la Real Orden de Malta; y ya figuraba en el callejero de la ciudad de Sevilla.
En Guadalajara, también pueden admirarse obras de Santiesteban en la casa palacio de la Diputación provincial, en la iglesia de San Juan de Ávila o en la del Carmen, en el restaurante de las Cuevas del Clavín o el Casino principal, junto a la plaza de El Jardinillo.

"Me lo merezco"
El propio artista, en un arranque de sinceridad, aseguró ayer que “sí merezco” este homenaje, recordando que su tarea profesional empezó en una edad muy temprana. “Y sigo trabajando”. Sintetizando su estilo, Santiesteban subrayó ayer que “mi obra no solamente va proyectada al mundo del color de la decoración o de la belleza del artista; también está muy proyectada hacia la beneficiencia. […] El artista tiene un don de la naturaleza que tiene que aplicar en aquellas cosas que hagan bien a los demás”.
“Este homenaje [el de ayer] no es una de esas medallas más que he tenido por ahí; es algo que voy a colgar en mi corazón; las medallas las tengo en una vitrina en la pared, pero esto lo cuelgo en mi corazón”. Por eso, el artista quiso dedicárselo a su madre.