La colaboración ciudadana y de los servicios de emergencia vuelven a ser esencial ante la adversidad
A través de las redes sociales unos piden ayuda y otros se ofrecen a ayudar.
Filomena parece haber paralizado la vida como ya lo hizo el coronavirus, que todavía sigue estando ahí. Mientras operarios municipales, agricultores, voluntarios y agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se afanan por desenterrar calles, plazas, carreteras incluso viviendas de la copiosa nevada que ha caido esta noche, los propietarios de vehículos todo terreno y Policía se movilizan para llevar al Hospital a enfermos crónicos que necesitan tratamiento o a los propios trabajadores que permanecen atrapados en sus municipios pero que tienen que acudir a dar el relevo a sus compañeros que están doblando turnos o evacuar los vehículos atrapados. Supermercados cerrados, reparto de pan suspendido, largas colas en gasolineras y los pocos establecimientos de comestibles que han podido abrir sus puertas, farmaceúticos que se han abierto paso entre la nieve para abastecer emergencias ... A través de las redes sociales unos piden ayuda y otros se ofrecen a ayudar. Situaciones que traspasan la barrera provincial y se suceden también en la capital, muy afectada por la nevada. Desde estas líneas nuestro reconocimiento y admiración para todos los que se han puesto a disposición de las autoridades para echar una mano en este temporal.