La Constitución cumple 46 años como ejemplo de un marco de convivencia exitoso
Los distintos avatares que ha sufrido nuestra nación durante este tiempo han tenido respuesta institucional desde la Carta Magna.
Estamos, otro año, de aniversario de la Constitución española de 1978, la que muy pronto, en abril próximo se convertirá en la de mayor tiempo de vigencia de toda nuestra historia. Ello se debe al consenso de todas las formaciones políticas que intervinieron en su redacción y a la responsabilidad y altura de miras de la sociedad española en su conjunto que la respaldó en este día, 6 de diciembre, de forma contundente en un referéndum de aprobación o rechazo. El resultado ha sido 46 años de convivencia, de fortalecimiento de derechos y libertades, de consolidación de bienestar social, de crecimiento económico, de prosperidad. Los distintos avatares que ha sufrido nuestra nación durante este tiempo han tenido respuesta institucional desde la Carta Magna que se modificó para entrar en Europa, que ha permitido la sucesión de gobiernos democráticos, superar un golpe de Estado, vencer al terrorismo al que se ganó desde la legalidad e incluso, discusiones jurídicas aparte sobre lo idóneo de ser a través del estado de alarma, decretar un confinamiento domiciliario para superar una crisis sanitaria. Son muchos los momentos en que se ha mostrado útil a la sociedad. Todos compartimos sus valores, los derechos fundamentales que consagra, los principios que rigen la vida de nuestra sociedad. Fue redactada pensando en el bien general de la sociedad, cediendo unos y otros en sus propias ideas sobre el modelo a implantar, para construir uno en el que toda la ciudadanía se sintiese suficientemente identificada como para respetar al conjunto de su normativa, luego desarrollada con sucesivas legislaciones.
Hoy hay leyes polémicas como la de la amnistía o se discute sobre el modelo de financiación que puede, de prosperar, crear la quiebra del derecho fundamental de la igualdad de derechos de territorios y personas. Es momento de confiar en el sistema, en el Tribunal Constitucional que es su salvaguarda, aunque no entendamos algunas de sus posturas, de pedir reflexión a la clase política porque a la democracia hay que cuidarla y no todo vale por fines partidistas. También es debido hoy agradecer a los que nos antecedieron su sentido de Estado a la hora de dialogar, de pactar, de respetarse, de anteponer el bien de todos sobre legitimas opiniones particulares en cada uno de los temas, así como de extender esa gratitud a todos los que votaron sí en las urnas para dar un futuro de paz y progreso a nuestro país. Feliz cumpleaños y larga vida.