La Cripta de San Francisco curará sus humedades antes de ser restaurada

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: BEATRIZ PARIENTE
Durante un plazo de ejecución de nueve meses, la cripta de San Francisco se someterá a una intervención que pretende recuperar su valor como joya arquitectónica capitalina, devolviéndole el aspecto que tenía antes de ser saqueada, hace dos siglos, y antes de que el tiempo, el abandono y las humedades hicieran mella en su fisonomía. El Ministerio de Fomento aporta 559.514,46 euros al proyecto, mientras que la Consejería de Cultura, Turismo y Artesanía, aportará otros 186.504,82 euros más.
La cripta de San Francisco ha tenido que esperar dos siglos para recibir las atenciones que merece una construcción de sus características. Desde que las tropas napoleónicas, durante la Guerra de la Independencia, arrasaran con ella, la cripta permaneció en el olvido, desgastándose cada vez más a causa de su maltrecho estado y de la falta de cuidados, si acaso algunas reparaciones de urgencia que no podían calificarse como restauraciones. No obstante, su tiempo de espera ha llegado a su fin. El convenio que ha suscrito la Consejería de Cultura con el Ministeriode Fomento ha habilitado una partida procedente del 1 por ciento Cultural que correrá con el 75 por ciento de los gastos de su reforma, mientras que el 25 por ciento restante lo aportará la administración regional. La inversión total asciende a 746.019,29 euros.
La cripta se encuentra bajo el altar mayor de la iglesia de El Fuerte de San Francisco y se encuentra muy deteriorado a causa de filtraciones de agua.
La delegada provincial de Cultura, Riánsares Serrano, explica que éste es un proyecto de importante calado en el que trabajarán, principalmente, restauradores. “Es más un proceso de restauración que arquitectónico porque van a trabajar fundamentalmente restauradores, más que arquitectos”. Sobre su valor histórico, Serrano argumenta que se trata de “un edificio único, porque es casi una imitación del panteón de los Reyes de El Escorial. Hasta la Guerra de la Independencia permanece intacto pero más tarde es destruido por los franceses y una parte de los restos se llevan a Pastrana”. Sobre el proceso que tendrá que realizarse para su recuperación, la delegada detalla que “será necesario primero sanear las humedades y después restaurar e integrar los diferentes elementos arquitectónicos y decorativos, especialmente mármoles, que se habían perdido con el paso del tiempo y la humedad”. Asimismo, se aprovechará la ejecución de estas reformas para renovar la red de alumbrado del edificio, a fin de acondicionarlo para visitas turísticas. El proyecto incluye también el saneado, la restauración y consolidación de los solados, paramentos, bóvedas y acabados de la cripta, así como la restauración de la cerrajería y las vidrieras. Tal y como ha recordado la consejera, entre estos trabajos también destaca la reforma que se va a llevar a cabo de las instalaciones de electricidad e iluminación, así como la restauración de los elementos decorativos, tales como ménsulas, canecillos y esculturas que decoran el panteón.
Según el técnico de Patrimonio del Ayuntamiento de Guadalajara, Pedro José Pradillo, el mal estado de la iglesia se debe al asentamiento del Fuerte en terrenos donde transcurren aguas subtérreneas.

La cripta ha sobrevivido a momentos convulsos para la historia de Guadalajara. Tras ser saqueada por los franceses, durante las guerras carlistas la iglesia se convirtió en cuartel para las tropas, de donde tomó su nombre de “el fuerte”. Los soldados españoles permanecieron en estas instalaciones hasta el 31 de diciembre de 1999.
Hay que recordar que la cripta, así como todo el monasterio y la iglesia, son propiedad de la Junta de Comunidades, aunque el derecho de uso esté cedido para el culto a la Iglesia.
En este sentido, la consejera de Cultura, Soledad Herrero, ha recordado que su intervención limitará a la restauración, pero queda fuera de sus competencias decidir si los restos de la familia de los Mendoza que aquí reposaron en su día –y que fueron trasladados en 1859 por el duqe de Pastrana, Manuel de Toledo Lesparre, a la Colegiata de Pastrana– deben o no regresar a su lugar de origen.
La reforma de la cripta de San Francisco es sólo la primera fase de un Plan Director que supondrá en el futuro la restauración de todos los edificios monumentales de esta zona, incluida la iglesia y el monasterio.